"Es ampliamente conocido que muchas de las exploraciones radiológicas
que se realizan se podrían evitar. Existen múltiples razones que así lo
aconsejan: exceso de irradiación, aumento del gasto sanitario, pérdida
de tiempo para el paciente, consultas repetidas para los resultados y
crear falsas expectativas en el paciente sobre la etiología de su
dolencia.
Por otra parte, la labor del médico exige un cuidadoso método en el que
las opciones diagnósticas se van «afinando» a medida que se avanza en
la anamnesis y exploración física, y solo se deberían solicitar pruebas
complementarias que hagan variar la actitud diagnóstica o terapéutica.
Echar mano de pruebas que no nos ayudarán en dicho proceso menoscaba la
profesionalidad, y pone mayor énfasis en las pruebas complementarias que
en la labor puramente clínica."
Podéis consultar su sesion haciendo clic aquí.
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