lunes, 31 de enero de 2022

Annals of Internal Medicine. Inicio de alopurinol y mortalidad por todas las causas entre pacientes con gota y enfermedad renal crónica concurrente.

https://www.acpjournals.org/doi/10.7326/M21-2347

Dos ensayos clínicos aleatorizados recientes de dosis crecientes de alopurinol para la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) no informaron beneficios, pero sí un riesgo potencialmente mayor de muerte. Aún se desconoce si el riesgo podría ocurrir en pacientes con gota y ERC concurrente.

Objetivo: Examinar la relación entre el inicio de alopurinol, el aumento de la dosis de alopurinol y el logro del nivel de urato sérico (SU) objetivo después del inicio de alopurinol con la mortalidad por todas las causas en pacientes con gota y ERC. Diseño: Estudio de cohortes. Ajuste: La base de datos de atención primaria de Health Improvement Network U.K. (2000 a 2019). Participantes: Pacientes de 40 años o más que tenían gota y ERC de moderada a grave concurrente. Mediciones: Se examinó la asociación entre el inicio de alopurinol y la mortalidad por todas las causas durante un seguimiento de 5 años en cohortes pareadas por puntuación de propensión (PS). Se emuló el análisis de ensayos hipotéticos: lograr el nivel objetivo de SU (<0,36 mmol/l) frente a no lograr el nivel objetivo de SU y aumento de la dosis frente a ningún aumento de la dosis para la mortalidad durante un seguimiento de 5 años en los iniciadores de alopurinol. Resultados: La mortalidad fue de 4,9 y 5,8 por 100 años-persona en 5277 iniciadores de alopurinol y 5277 no iniciadores emparejados con PS, respectivamente (hazard ratio [HR], 0,85 [IC del 95 %, 0,77 a 0,93]. En el análisis de emulación del ensayo objetivo, el HR de mortalidad para el grupo que logró el nivel de SU objetivo en comparación con el grupo que no logró el nivel de SU objetivo fue 0,87 (IC, 0,75 a 1,01); el HR de mortalidad para alopurinol en el grupo de aumento de dosis versus el grupo sin aumento de dosis fue de 0,88 (IC: 0,73 a 1,07). Limitación: No se puede descartar confusión residual. Conclusión: En estos datos basados ​​en la población, ni el inicio de alopurinol, ni el logro del nivel objetivo de SU con alopurinol, ni el aumento de la dosis de alopurinol se asociaron con una mayor mortalidad en pacientes con gota y ERC concurrente.

Manual of Medicine. Mecanismos y causas de HTA.

 


viernes, 28 de enero de 2022

BMJ. ¿cuál es el mejor antihipertensivo para la hipertensión leve a moderada en el embarazo?.

 El British Medical Journal ha publicado un artículo titulado ¿cuál es el mejor antihipertensivo para la hipertensión leve a moderada en el embarazo? que revisa la evidencia y muestra que hay diferencias en los umbrales de presión arterial para el inicio del tratamiento, entre ≥160/110 y ≥135/85 mmHg. Los antihipertensivos más recomendados son labetalol y nifedipino; aunque señala que hay poca evidencia sobre comparaciones directas de efectividad y tolerabilidad para la elección del tratamiento.

(Docencia Rafalafena) Diabetes mellitus en adultos: presentación clínica y evaluación inicial.

https://rafalafena.files.wordpress.com/2022/01

Antecedentes: los pacientes con diabetes recién diagnosticada requieren una anamnesis detallada y una exploración física completa para evaluar las características del inicio de la diabetes (hallazgo de laboratorio asintomático o poliuria y polidipsia sintomática). Se debe interrogar a cerca de hábitos de nutrición y peso, evaluación de la actividad física, factores de riesgo cardiovascular, aparición de complicaciones asociadas a la diabetes, presencia de cetoacidosis diabética (CAD) (típicamente diabetes tipo 1) y antecedentes familiares. Aunque las complicaciones microvasculares más específicas de la diabetes están relacionadas con la duración y el grado de hiperglucemia, tales complicaciones pueden estar presentes en pacientes recién diagnosticados con diabetes tipo 2 (debido en gran parte a retrasos en el diagnóstico)

lunes, 24 de enero de 2022

Docencia Rafalafena. Microsesión: manejo de la fractura vertebral en AP.

Hoy hemos impartido una microsesión sobre el abordaje de la fractura vertebral en Atención Primaria. La fractura vertebral es la fractura osteoporótica más frecuente. Además, ocasiona un importante impacto en la calidad de vida y la funcionalidad de los pacientes y genera un enorme gasto sanitario. Por ello hemos considerado importante revisar su forma de presentación, el diagnóstico, los signos y síntomas de alarma y el manejo tanto a nivel general como farmacológico.

Espero que sea de utilidad.

sábado, 22 de enero de 2022

Dermapixel. Tratamiento de la sífilis según las nuevas guías europeas de 2020.

https://www.dermapixel.com/2022/01/tratamiento-de-la-sifilis-segun-las.html

No es la primera vez que hablamos de sífilis en este blog (y tampoco será la última): hemos hablado de referencias históricas, de la interpretación de las serologías, de las manifestaciones orales e incluso de la alopecia sifilítica. Pero esta semana aprovecharemos la ocasión para traer aquí las nuevas guías europeas de tratamiento de esta enfermedad, que contra lo que algunos pudieran pensar, está aumentando cada vez más en nuestro país sin que seamos demasiado conscientes de ello y de lo que implica. Estas guías las podéis encontrar en la revista europea donde fueron publicadas el 2021 por M. Janier y colaboradores.

Lo primero, recordar que la sífilis la clasificamos en congénita y adquirida. La sífilis adquirida se divide a su vez en precoz y tardía, y la sífilis precoz (cuyo contagio ha sucedido antes de 2 años según la OMS o 1 año según el ECDC) incluye la primaria, secundaria y latente precoz. La sífilis tardía incluye la sífilis latente tardía y la sífilis terciaria (gomatosa, cardiovascular tardía y neurosífilis). La sífilis congénita (transmisión vertical madre-hijo) se divide en precoz (primeros dos años) y tardía. Con tanto lío clasificatorio no descarto dedicarle un post entero a este tema, pero hoy no vamos a hablar de eso, ni tampoco de diagnóstico, sino sólo de tratamiento en base a las nuevas guías (que adelanto son muy similares a las anteriores, con algún matiz).

Pero como decía, vamos sólo al tratamiento en cada situación, a modo de resumen (por supuesto, siempre es mejor leerse el artículo original):

Sífilis precoz (primaria, secundaria y latente precoz < 1 año).
El tratamiento de primera línea, siempre que sea posible, debe ser penicilina G benzatina 2,4 millones de unidades intramusculares, bien en una única inyección o 1,2 MU en cada nalga, en el mismo momento. Si no se trata de una jeringa precargada se puede reemplazar 0,1-1 cc de la solución para diluir con lidocaína al 1% (sin epinefrina) para disminuir el dolor asociado a la inyección (es de las que duelen, por mucho que digan “sólo es un pinchacito”). Una vez administrado el tratamiento el paciente debería esperar unos 30 minutos y comprobar que se encuentra bien antes de marcharse.
El tratamiento de segunda elección (si no se dispone del primero) es penicilina procaína 600.000 U intramusculares durante 10-14 días seguidos.
En pacientes con trastornos de la coagulación se recomienda ceftriaxona 1g iv al día durante 10 días o doxiciclina 200 mg/d (100 mg/12h o 200 mg/24h) por vía oral durante 14 días.
En pacientes alérgicos a la penicilina, doxiciclina 200 mg/d x 14 días o bien (aunque no siempre es factible) realizar una desensibilización a la penicilina.

Sífilis latente tardía (> 1 año o de duración indeterminada), cardiovascular o gomas sifilíticos.
El tratamiento de elección, siempre que se pueda, sigue siendo la penicilina G benzatina 2,4 MU por vía intramuscular, pero en este caso una dosis semanal durante 3 semanas (días 1, 8 y 15), con las mismas consideraciones que en el caso anterior.
Si no se dispone de esa presentación, como alternativa se puede pautar penicilina procaína 600.000 U/d por vía IM durante 17-21 días.
En caso de alergia a la penicilina, en este caso sí parece que debería optarse cuando sea posible por la desensibilización, ya que la eficacia de la doxiciclina, en este caso, es más bien bajita. Si no se puede, pues menos es nada y entonces se optaría por doxiciclina 200 mg/d por vía oral durante 21-28 días (pero repito que con una evidencia ya muy pobre).

Neurosífilis, sífilis ocular o del oído.
En estos casos la vía endovenosa es la más adecuada, ya que es la que consigue niveles treponemicidas en el líquido céfalo-raquídeo. Así, el tratamiento de primera elección es la penicilina benzatina 10-24 MU/d por vía IV (3-4 MU/4h) durante 10-14 días. Sólo si la hospitalización es inviable por cualquier motivo, entonces podríamos optar por la segunda línea de tratamiento, que es ceftriaxona 1-2 g IV/d durante 10-14 días (se puede administrar en régimen de hospital de día) o bien penicilina procaína 1,2-2,4 MU/d por vía IM + probenecid 500 mg/6h, ambos durante 10-14 días. En caso de alergia a la penicilina, aquí sí que sería necesaria la desensibilización.

Sífilis y embarazo: la peor combinación.
En mujeres embarazadas con una sífilis precoz no tratada, los recién nacidos se infectarán en el 70-100%, con muerte fetal en 1/3 de los casos. La mayoría de las infecciones fetales se producen tardíamente, a partir de la semana 28. Por ese motivo, siempre se realizan serologías de lúes en el embarazo (el problema son los embarazos no controlados). En mujeres con pruebas no treponémicas persistentemente negativas es altamente improbable que puedan transmitir la infección. Si tenemos un test treponémico positivo con un no treponémico negativo, deberíamos repetirlo en 1 mes para descartar una infección muy precoz que no hubiera dado tiempo a positivizar.
Dicho esto, si tenemos la mala suerte de enfrentarnos a esta situación, el tratamiento es, por supuesto, obligado, siendo de primera elección la pauta de penicilina G benzatina 2,4 MU en una sola dosis, intramuscular (algunos expertos recomiendan una segunda dosis al cabo de una semana, pero la evidencia que avala esa recomendación es limitada). La alternativa sería penicilina procaína 600.000 UI por vía IM durante 10-14 días. Aquí se terminan nuestras opciones. Si la paciente es alérgica a la penicilina, deberemos recomendar la desensibilización. No hay más.

¿Y si el paciente tiene infección por VIH?
Los pacientes con coinfección por VIH pueden presentar una tasa más lenta de disminución de los títulos de las pruebas no treponémicas, pero esto no debe ser considerado como un fallo al tratamiento. Estos pacientes no parece que presenten un riesgo incrementado de afectación ocular o neurológica. Respecto al tratamiento de la sífilis, es exactamente el mismo que en pacientes sin infección por VIH.

 Como novedad, estas guías contemplan la posibilidad de ofrecer profilaxis pre-exposición con doxiciclina (es un tema muy controvertido en el que hoy no entraremos).

Respecto al seguimiento serológico de los pacientes diagnosticados de sífilis precoz (y tratados, claro), se recomienda la realización de tests no treponémicos (VDRL/RPR) al cabo de 1 mes, 3 meses, 6 meses y 12 meses. Los títulos de anticuerpos deberían bajar al menos x4 al cabo de 6 meses (aunque siempre hay un 15% de pacientes correctamente tratados en los que no se observa esa esperada disminución). Si esa disminución no sucede en 6-12 meses, algunos expertos recomiendan una tanda adicional de penicilina G benzatina IM 2,4 MU/semana x 3 semanas. En la sífilis tardía esa respuesta serológica a menudo no se observa.

 

UDM AFyC de Sevilla. Sesión: HIPERTENSIÓN ARTERIAL disponible en canal YouTube .

 

jueves, 20 de enero de 2022

Rev. Atención Primaria. Uso seguro de los medicamentos en Atención Primaria, también en época de pandemia de la COVID-19.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656721002572

El tercer reto mundial de seguridad del paciente, «Medicación sin Daño», fue lanzado en 2017 por la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de reducir el ya bien conocido daño evitable severo relacionado con la medicación en un 50% en los siguientes cinco años. Nada hacía presagiar que, dos años más tarde, el mundo sufriría una terrible pandemia que ha supuesto un desafío mucho mayor que el reto mencionado y que lo pondría a prueba ya desde las primeras etapas del proceso de uso de medicamentos.

El ritmo frenético impuesto por la pandemia ha generado nuevos riesgos en el uso de la medicación en los afectados por la COVID-19 y en el conjunto de la población por los cambios organizativos de la provisión de atención sanitaria en los servicios de salud. La prescripción prudente se hace más importante que nunca en los sistemas de salud.

Este artículo pretende analizar los principales riesgos producidos durante el periodo de pandemia y ofrecer a los profesionales de Atención Primaria una actualización y un recordatorio de los aspectos principales relacionados con la seguridad de los medicamentos.

martes, 18 de enero de 2022

¿ Qué se cuece? del 8 al 14 de Enero de 2022.

https://amfsemfyc.wordpress.com/2022/01/17/viviendo-al-limite-en-atencion-primaria-del-8-al-14-de-enero-de-2022/

¿Qué se cuece en investigación y formación?

  • En La Mochila del Resi comparten el siguiente manual sobre procesos cardiológicos ha sido elaborado por enfermeros y médicos del 061 andaluz y publicado por la Junta de Andalucía. En él encontraremos las nociones más importantes para el manejo de las distintas patologías: síndrome coronario, arritmias, tromboembolismo, electrocardiograma, etc.
  • En Docencia Rafalafena aprendemos esta semana acerca de los piercings y los tatuajes, sus complicaciones y riesgos y algunos consejos para el paciente tras realizarse uno.
  • En El Rincón de Sísifo nos muestran algunas discrepancias entre las recomendaciones publicadas en distintas guías a propósito del tratamiento del hipotiroidismo subclínico en ancianos. Merece la pena leer toda la argumentación a propósito del artículo publicado en Lancet y en las guías previas de BMJ.
  • Ya conocemos la recomendación de tromboprofilaxis en embarazadas con diagnóstico de COVID, pero, con Ómicron, ¿se podría obviar el uso de la heparina para la tromboprofilaxis? En Preevid nos informan que las recomendaciones no distinguen entre cepas o gravedad de los síntomas. En la entrada se repasan las indicaciones en este grupo de población.
  • Completamos el resumen semanal con este caso clínico que nos proponen en Dermapixel a propósito de un paciente con manchas en las manos. Participa en los comentarios, en unos días tendrás la respuesta en su blog.

Redgedaps. Efectos de la dapagliflozina en la enfermedad renal con o sin insuficiencia cardíaca.

http://redgedaps.blogspot.com/2022/01/efectos-de-la-dapagliflocina-en-la.html

Hay ciertas moléculas que tras el éxito que han mostrado sus grandes ensayos clínicos aleatorizados (ECA) han generado gran cantidad de subanálisis, de posthocs con los que matizar si cabe las acciones beneficiosas de éstas. Una de ellas es la dapagliflozina, un inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2), básicamente sobre el tema de la insuficiencia cardíaca (IC) con el ECA DAPA-HF (Dapagliflozin And Prevention of Adverse-outcomes in Heart Failure)  y de la enfermedad renal crónica (ERC) con el DAPA-CKD (Dapagliflozin and Prevention of Adverse Outcomes in Chronic Kidney Disease).

Por otro lado, IC es una patología que se da en pacientes con ERC lo que se ha relacionado con que la hipertensión arterial (HTA) podría ser común a ambas patologías y sobre todo en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2). La arteriosclerosis generalizada sería probablemente la causa de que ambas patologías se dieran conjuntamente.

Hay estudios poblacionales realizados en EEUU como el ARIC (Atherosclerosis Risk In Communities), que hemos comentado en alguna ocasión que estiman una incidencia de IC de hasta tres veces superior en individuos con un filtrado glomerular estimado (FGe) inferior a  60 ml/min/1,73 m2  cuando se la compara con aquellos individuos que este parámetro se encuentra por encima de 90 ml/min/1,73 m2.  Datos del  US Renal Data System sugieren que el 30% de los pacientes con ERC tiene una IC al mismo tiempo.
En este sentido, se tenían datos del estudio CREDENCE (Canagliflozin and Renal Events in Diabetes With Established Nephropathy Clinical Evaluation) sobre el impacto de este fármaco en la prevención de la IC en pacientes con ERC y DM2.

Como hemos comentado en el DAPA-CKD la ERC significaba tener una FGe  entre 25 y 75 ml/min/1,73m2 y un coeficiente albúmina/creatinina (CAC) superior a 200 mg/g. En este ECA el  objetivo primario fue o la disminución sostenida en al menos un 50% de la FGe, o  el desarrollo en una ERC terminal (ERT), o la mortalidad derivada de la ERC, o la muerte cardiovascular (MCV).  El objetivo secundario, a su vez,  fue un compuesto renal (objetivo primario menos MCV), un compuesto de MCV ingreso por IC (HIC) y MCC. Este ECA se realizó sobre 4.304 pacientes con ERC, en los que el  68% de los participantes (2.906) tenían DM2 al inicio del estudio. El seguimiento medio fue de 2,4 años. Según este se demostró una reducción  del objetivo primario con un  hazard Ratio (HR) de 0,56 (IC 95% 0,45-0,68). Pero lo que nos trae aquí el comentario, es que el grupo tratado con la dapagliflozina 10 mg redujo las HIC y la  MCV, siendo su HR de 0,71(IC 95% 0,55-0,92). No se mostraron diferencias entre los pacientes con DM2 y los que no.

La idea este posthoc es valorar la HIC, resultados renales y la mortalidad en pacientes afectos de IC al inicio del  DAPA-CKD, pues se tiene la idea de que el desarrollo de la IC puede acelerar la caída del FGe entrando en un círculo vicioso que haga que una condición empeore la otra.
Colateralmente, se pensaba que la utilización de diuréticos en la IC podrían empeorar la función renal que se incrementaría al aumentar la diuresis con los iSGLT2 utilizados concomitantemente.

Así el objetivo de este análisis fue evaluar los efectos de la dapagliflozina en la ERC en los pacientes tengan o no IC del DAPA-CKD.

De este grupo de pacientes 468 (11%) tenía IC. El paciente estudiado era un paciente mayor, con enfermedad coronaria, fibrilación auricular (FA) y DM2. En este sentido, el FGe medio era similar en los pacientes con sin IC.
Las tasas de HIC o MCV o MCC fueron más altas en los pacientes con IC, aunque los objetivos secundarios renales se dieron de igual manera en personas con o sin IC. 

Así la dapagliflozina redujo el riesgo de presentar el objetivo primario en la misma proporción entre los pacientes con IC HR 0,58 (IC 95% 0,37–0,91) o sin ella HR 0,62 (IC 95% 0,51–0,75), p por interacción 0,59.  De ahí que las reducciones en el riesgo del compuesto MCV, HIC fueron iguales en pacientes con IC como sin ella HR 0,68 (IC 95% 0,44–1,05) frente a  HR 0,70 (IC 95% 0,51–0,97), p por interacción de 0,90. La MCC, sin embargo, la HR fue 0,56 (IC 95% 0,34–0,93) frente a  HR 0,73 (IC 95% 0,54–0,97) respectivamente, p por interacción 0,39, aunque la reducción del riesgo absoluto fue mayor en los pacientes con IC.

Con respecto al capítulo de eventos adversos fueron bajos y no difirieron entre aquellos con o sin IC.
Y es que si bien es cierto que el riesgo de HIC o de MCV o de MCC difiere de manera clara según la historia de IC (hasta 6 veces), el riesgo de ERC no. La dapagliflozina fue igual de eficaz en la reducción del riesgo de ERC, del compuesto de HIC o MCV y de MCC independientemente de la historia de IC al inicio.

Concluyen que la dapagliflozina reduce el riesgo de fallo renal y de MCV/HIC al tiempo que prolonga la supervivencia de los pacientes con ERC con o sin DM2, todo ello independientemente de su historia de IC.

John J.V. McMurray; David C. Wheeler; Bergur V. Stefánsson; Niels Jongs; Douwe Postmus; Ricardo Correa-Rotter; et al. Effects of Dapagliflozin in Patients With Kidney Disease, With and Without Heart Failure. JACC Heart Fail. 2021;9(11):807-820. 

Wheeler DC, Stefansson BV, Batiushin M, Bilchenko O, Cherney DZ, Chertow GM, et al. The dapagliflozin and prevention of adverse outcomes in chronic kidney disease (DAPA-CKD) trial: baseline characteristics. Nephrol Dial Transplant (2020) 1-12. DOI: 10.1093/ndt/gfaa234

McMurray JJV, Solomon SD, Inzucchi SE, et al; DAPA-HF Trial Committees and Investigators. Dapagliflozin in Patients with Heart Failure and Reduced Ejection Fraction. N Engl J Med. 2019 Nov 21;381(21):1995-2008. DOI: 10.1056/NEJMoa1911303


miércoles, 12 de enero de 2022

(Guía -abe) Antimicrobianos; dosis en neonatos.

https://www.guia-abe.es/generalidades-antimicrobianos-dosis-en-neonatos 



(Med Clín) Estado actual del diagnóstico y tratamiento de la trombocitopenia inducida por heparina (TIH).

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-clinica

Situación actual

Las heparinas no fraccionadas (HNF) y de bajo peso molecular (HBPM) son fármacos que se emplean ampliamente y que han permitido evitar y tratar incontables problemas trombóticos venosos y arteriales. Sin embargo, su uso también se asocia con una reacción paradójica que conlleva un estado protrombótico potencialmente muy grave, lo que ocasiona anualmente numerosas amputaciones o desenlaces fatales1. En Estados Unidos, aproximadamente 12 millones de personas, o un tercio de los pacientes hospitalizados, tiene alguna exposición anual a la heparina, con una frecuencia de trombocitopenia inducida por heparina (TIH) de 0,76% en pacientes que reciben dosis terapéutica de HNF vía intravenosa y menos de 0,1% los que reciben dosis profilácticas. Si bien no se conoce el número de amputaciones por TIH, estudios recientes describen una incidencia del 3-4%2.

La TIH es una reacción adversa farmacológica de carácter inmune en pacientes recientemente expuestos a heparina, que cursa con trombocitopenia asociada frecuentemente con trombosis venosa o arterial y conlleva morbilidad y mortalidad significativas. Actualmente su diagnóstico presenta dificultades y hasta hace poco no existían opciones terapéuticas eficaces.

Existen varias guías que abordan el diagnóstico y tratamiento de la TIH teniendo en cuenta los niveles de evidencia y grado de recomendación o siguiendo metodologías tipo GRADE. La escasez de estudios aleatorizados hace que, generalmente, el nivel de evidencia proporcionado por estas guías sea bajo. La mayoría recomienda el empleo de índices clínicos predictivos para determinar la probabilidad de TIH, seguido de pruebas analíticas que confirmen la presencia de anticuerpos anti-heparina/PF42–4.




viernes, 7 de enero de 2022

GC Varela. Reconocer a las personas valiosas.

Este final de año, en medio de una situación de crisis asistencial que parece no tener fin, creo que es importante hablar del compromiso profesional. Fundamentalmente para reconocerlo y agradecerlo, pero también para alertar del peligro de que el nuevo sistema sanitario –y también la sociedad en general– vaya arrinconándolo o devaluándolo.

Sin compromiso no hay mejora de la calidad asistencial y el valor de la atención se verá comprometido en gran medida. En el reciente 44 World Hospital Congress, celebrado en Barcelona, así lo pusieron de relieve David Levine, de Vizient, y David Entwistle, del Stanford Health Care, al explicar su experiencia analizando las estrategias de los hospitales mejor posicionados de forma estable a lo largo de los años en los rankings de calidad y rendimiento de Estados Unidos.(1)

No hay una definición universal de compromiso: puede ser una actitud, un comportamiento, un resultado, o todo ello. Se puede describir como un estado motivacional positivo de los empleados, caracterizado por la fuerza y la dedicación, el dar lo máximo de uno mismo. Lo opuesto a la situación de burnout. Una definición más completa es reconocerlo como un fenómeno bidireccional, en el que la organización debe establecer las condiciones que fomenten el compromiso y las oportunidades para que este se manifieste. El compromiso clínico, por lo tanto, implica que el personal contribuya activamente a mantener y mejorar el rendimiento de la organización, que a su vez le reconozca este compromiso al apoyar y fomentar una atención de alta calidad. 

http://gestionclinicavarela.blogspot.com/2022/01/reconocer-las-personas-valiosas.html

Sano y salvo. La OMS actualiza sus recomendaciones sobre mascarillas para profesionales sanitarios y organizaciones médicas británicas piden FFP3 para los que trabajan con pacientes, ante la variante ómicron.

https://sano-y-salvo.blogspot.com/2022/01

Ante la extraordinaria transmisibilidad de la variante ómicron del SARS-CoV-2, el virus que más rápidamente se ha propagado de la historia, han surgido nuevas recomendaciones para la protección con mascarillas de los trabajadores sanitarios, dado el alto número de contagios entre ellos. El problema no es solo de salud laboral: las bajas entre los clínicos están siendo tan numerosas que disminuyen la capacidad de los ya sobrecargados sistemas sanitarios.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado sus recomendaciones sobre el uso de mascarillas por parte de los profesionales sanitarios que atienden a pacientes con sospecha o confirmación de infección por COVID-19. 
Desde el inicio de la pandemia, la OMS ha analizado continuamente toda la evidencia emergente y ha revisado y actualizado periódicamente sus directrices, utilizando la metodología GRADE que evalúa la calidad de la evidencia y gradúa la fuerza de las recomendaciones. La agencia de salud de Naciones Unidas tiene también en cuenta otras consideraciones, como la situación epidemiológica o la accesibilidad de las mascarillas en los diferentes momentos.
Las nuevas recomendaciones son tres, con diferentes grados de fuerza y evidencia: 

1)  Los profesionales sanitarios deben utilizar una mascarilla filtrante (FFP2, FFP3, N95 u otras mascarillas filtrantes certificadas equivalentes) o una mascarilla quirúrgica junto con el resto del equipo de protección personal (EPP) bata, guantes y protección ocular— antes de entrar en un sitio donde haya un paciente con COVID-19 sospechoso o confirmado. 

Esta recomendación se aplica a cualquier entorno, incluida la atención domiciliaria, las residencias de mayores y centros sociosanitarios y los entornos de atención comunitaria.

Las mascarillas filtrantes deben usarse: 

  • en entornos de atención donde se sabe que la ventilación es deficiente, no se puede evaluar o el sistema de ventilación no tiene el mantenimiento adecuado 
  • de acuerdo a los valores, preferencias y percepciones de los trabajadores de la salud
La OMS señala que se trata de una nueva recomendación condicional o de fuerza débil, basada en evidencia de certeza muy baja.
2)  Deben usar una mascarilla filtrante, junto con el resto del EPP, los profesionales sanitarios que realizan procedimientos generadores de aerosoles y los que trabajan en servicios donde se realizan regularmente en pacientes con COVID-19 sospechado o confirmado, como unidades de cuidados intensivos o semi-intensivos y en urgencias. 
Esta segunda es una recomendación preexistente, con fuerza modificada de condicional a fuerte, basada en evidencia de certeza muy baja. 
3)  Se debe asegurar siempre el adecuado ajuste de la mascarilla (para las mascarillas filtrantes a través de la prueba de ajuste inicial y verificación de sellado, y para las mascarillas quirúrgicas a través de métodos para reducir las fugas de aire alrededor de la mascarilla) al igual que el cumplimiento del uso apropiado del EPP y otras precauciones.
Esta tercera recomendación es una declaración de buenas prácticas preexistente, en la que la OMS considera necesario insistir. Independientemente del tipo de mascarilla, el uso adecuado de la misma es fundamental para garantizar su eficacia y reducir el riesgo de transmisión. Las mascarillas han de verse como un componente clave del conjunto integral de medidas para la prevención y control de la infección por COVID-19.
La OMS insta a aumentar la producción, adquisición y distribución de mascarillas filtrantes y quirúrgicas para su uso en entornos de atención sanitaria, a fin de garantizar un acceso equitativo por los profesionales sanitarios y personas cuidadoras en todo el mundo. Así mismo, en lugares donde su disponibilidad es limitada o hay escasez, sugiere prolongar su uso o proceder a su adecuado reciclaje y reutilización.

En el Reino Unido, ante el aluvión de pacientes y de bajas entre el personal sanitario por COVID-19, tres organizaciones médicas nacionales —el sindicato y organización profesional médica British Medical Association (BMA), la Asociación de Consultores y Especialistas Hospitalarios y la Asociación de Médicos del Reino Unido— plantean que las mascarillas FFP3 deben ser protección que ha de proveerse sistemáticamente a los trabajadores sanitarios que están en contacto directo con pacientes.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, que actualizó sus directrices al respecto en las mismas fechas que la OMS, mantiene el uso de FFP3 o equivalente por los profesionales cuando atienden a pacientes con una infección sospechada o confirmada que se propaga fundamentalmente por aerosoles, y cuando se realizan procedimientos que generan aerosoles en un paciente con una sospecha o confirmación de infección que se propaga por gotitas y aerosoles. En las demás situaciones se indica el uso de mascarilla quirúrgica. En cualquier caso, la agencia de seguridad británica plantea que las mascarillas FFP3 se pueden usar más ampliamente cuando el riesgo de transmisión sigue siendo inaceptablemente alto, después de evaluaciones de riesgo locales que deben incluir la ventilación, la capacidad operativa y la prevalencia local de la infección y de las nuevas variantes del SARS-CoV-2.
Las organizaciones médicas mencionadas citan la evidencia creciente del importante papel de los aerosoles en la propagación del SARS-CoV-2, así como la constatación de que aerosoles con coronavirus capaces de infectar pueden generarse incluso con la misma respiración. En el Reino Unido se realizó un estudio, publicado el pasado noviembre, en el que se encontró un descenso drástico en los contagios, al cambiar de mascarillas quirúrgicas a FFP3, de los profesionales que trabajaban en áreas de atención COVID, independientemente de que se realizaran o no procedimientos generadores de aerosoles.
Señalan las organizaciones británicas que la clasificación y separación física de los pacientes que indican las guías se ven comprometidas, en el mundo real, cuando acuden simultáneamente a los centros gran cantidad de ellos, como está sucediendo en la actualidad. Dado el fulgurante ascenso de las tasas de ómicron, plantean que se deben considerar todos los pacientes como portadores potenciales de COVID-19. Creen que es necesario proporcionar mascarillas FFP3 para todo el personal que trabaja en interiores donde circula el aire exhalado por los pacientes.

En España, la situación en el sistema público de salud, y muy particularmente en atención primaria, está siendo cada vez más como la descrita del Reino Unido, con un aluvión de pacientes que provoca su hacinamiento en las áreas de espera y dificulta su clasificación temprana en respiratorio/COVID y no respiratorio/COVID.
Como planteábamos hace un año en la anterior actualización de la guía sobre mascarillas de la OMS los abajo firmantes consideramos que en contextos como el actual en España, con transmisión comunitaria, un elevado número de casos y disponibilidad en el mercado a un precio asequible de las mascarillas filtrantes tipo FFP2 y FFP3, estas son las más apropiadas para profesionales que trabajan en contacto estrecho con los pacientes, tanto en áreas respiratorio/COVID como en las que presuntamente no hay pacientes infectados por el SARS-CoV-2.
Es el caso de los profesionales de atención primaria, con pacientes que tosen en las áreas comunes y las consultas incluso en las áreas no COVID, pacientes y acompañantes con las mascarillas no siempre bien ajustadas, permanencia prolongada en la consulta en presencia de pacientes y acompañantes, exploraciones inevitablemente de contacto o cercanas tanto en consulta como en domicilios...
No COVID es una estimación en el triaje, no un diagnóstico de certeza de exclusión. Muchos pacientes clasificados y atendidos como no COVID han resultado tener la enfermedad, según se ha conocido al ser atendidos o en su evolución posterior. En el mundo real, los profesionales sanitarios están en contacto con pacientes con COVID-19 incluso en las áreas no COVID, dado el alto porcentaje de afectados que pueden no presentar síntomas.
Actualmente, incluso tras el triaje, dado el alto número de infectados sin síntomas, es inevitable que muchos de los pacientes y acompañantes presuntamente no COVID sean realmente casos presintomáticos o asintomáticos en fase contagiosa. No olvidemos tampoco el creciente número de profesionales que se están contagiando de COVID-19. Las mascarillas filtrantes protegen tanto a los profesionales de ser contagiados por los pacientes como viceversa.
Las especificaciones técnicas de las mascarillas son claras: las quirúrgicas sirven para el control de la fuente, para evitar que el que la lleva infecte a otros, pero no evitan que el usuario se infecte, dados sus niveles estandarizados de filtrado. Las mascarillas FFP2 y FFP3 de la norma europea, como las que cumplen el estándar estadounidense N95 que tienen una capacidad de filtrado que se sitúa entre las anteriores, sí impiden el paso de virus como el SARS-CoV-2, tanto en la inhalación como en la exhalación. En el Reino Unido han optado por la que mejor protege, la FFP3, para las situaciones en las que están indicadas las filtrantes tipo N95. Una decisión prudente y realizable, dada la amplia disponibilidad en el mercado actualmente, a un precio asequible, de las FFP3. Tanto el reservar las filtrantes para las situaciones de muy alto riesgo, como que sean FFP2 en vez de FFP3, sólo tenía sentido en la situación de escasez del inicio de la primera ola.
En las condiciones actuales en España, se puede y se debe proveer de mascarillas FFP2 o FFP3 a todos los sanitarios que atienden directamente a los pacientes, en todos los centros y niveles de atención. En el caso de los profesionales de atención primaria, lo excepcional debería ser el uso de quirúrgicas, dada su proximidad a los pacientes tanto en los centros de salud como en los domicilios.

martes, 4 de enero de 2022

UDM AFyC de Sevilla. Sesión: INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA (manejo y criterios de derivación a cirugía cardiovascular).

 

Lo más visto en Dermapixel de 2021.

Las tradiciones mandan, y a fin de año, aparte de correr la San Silvestre antes de tomarnos las uvas, toca dar un repaso a lo más visto a lo largo de este 2021. Bueno, en realidad, vamos a centrarnos sólo en las entradas publicadas este año, ya que si incluyésemos las más antiguas el ránking sería muy distinto (y posiblemente el mismo cada año). Así que vamos allá con el Top 5 dermapixeliano de 2021, un año que prometía ser mejor que el fatídico 2020, y mira, pues como que no.

https://www.dermapixel.com/2021/12/lo-mas-visto-en-dermapixel-de-2021.html