https://www.dermapixel.com/2022/01/tratamiento-de-la-sifilis-segun-las.html
No es la primera vez que hablamos de sífilis en este blog (y tampoco será la última): hemos hablado de referencias históricas, de la interpretación de las serologías, de las manifestaciones orales e incluso de la alopecia sifilítica. Pero esta semana aprovecharemos la ocasión para traer aquí las nuevas guías europeas
de tratamiento de esta enfermedad, que contra lo que algunos pudieran
pensar, está aumentando cada vez más en nuestro país sin que seamos
demasiado conscientes de ello y de lo que implica. Estas guías las
podéis encontrar en la revista europea donde fueron publicadas el 2021 por M. Janier y colaboradores.
Lo
primero, recordar que la sífilis la clasificamos en congénita y
adquirida. La sífilis adquirida se divide a su vez en precoz y tardía, y
la sífilis precoz (cuyo contagio ha sucedido antes de 2 años según la OMS o 1 año según el ECDC) incluye la primaria, secundaria y latente precoz. La sífilis tardía incluye la sífilis latente tardía y la sífilis terciaria (gomatosa, cardiovascular tardía y neurosífilis). La sífilis congénita
(transmisión vertical madre-hijo) se divide en precoz (primeros dos
años) y tardía. Con tanto lío clasificatorio no descarto dedicarle un
post entero a este tema, pero hoy no vamos a hablar de eso, ni tampoco
de diagnóstico, sino sólo de tratamiento en base a las nuevas guías (que
adelanto son muy similares a las anteriores, con algún matiz).
Pero como decía, vamos sólo al tratamiento en cada situación, a modo de resumen (por supuesto, siempre es mejor leerse el artículo original):
Sífilis precoz (primaria, secundaria y latente precoz < 1 año).
El
tratamiento de primera línea, siempre que sea posible, debe ser
penicilina G benzatina 2,4 millones de unidades intramusculares, bien en
una única inyección o 1,2 MU en cada nalga, en el mismo momento. Si no
se trata de una jeringa precargada se puede reemplazar 0,1-1 cc de la
solución para diluir con lidocaína al 1% (sin epinefrina) para disminuir
el dolor asociado a la inyección (es de las que duelen, por mucho que
digan “sólo es un pinchacito”). Una vez administrado el tratamiento el
paciente debería esperar unos 30 minutos y comprobar que se encuentra
bien antes de marcharse.
El tratamiento de segunda elección (si no se
dispone del primero) es penicilina procaína 600.000 U intramusculares
durante 10-14 días seguidos.
En pacientes con trastornos de la
coagulación se recomienda ceftriaxona 1g iv al día durante 10 días o
doxiciclina 200 mg/d (100 mg/12h o 200 mg/24h) por vía oral durante 14
días.
En pacientes alérgicos a la penicilina, doxiciclina 200 mg/d x
14 días o bien (aunque no siempre es factible) realizar una
desensibilización a la penicilina.
Sífilis latente tardía (> 1 año o de duración indeterminada), cardiovascular o gomas sifilíticos.
El
tratamiento de elección, siempre que se pueda, sigue siendo la
penicilina G benzatina 2,4 MU por vía intramuscular, pero en este caso
una dosis semanal durante 3 semanas (días 1, 8 y 15), con las mismas
consideraciones que en el caso anterior.
Si no se dispone de esa
presentación, como alternativa se puede pautar penicilina procaína
600.000 U/d por vía IM durante 17-21 días.
En caso de alergia a la
penicilina, en este caso sí parece que debería optarse cuando sea
posible por la desensibilización, ya que la eficacia de la doxiciclina,
en este caso, es más bien bajita. Si no se puede, pues menos es nada y
entonces se optaría por doxiciclina 200 mg/d por vía oral durante 21-28
días (pero repito que con una evidencia ya muy pobre).
Neurosífilis, sífilis ocular o del oído.
En
estos casos la vía endovenosa es la más adecuada, ya que es la que
consigue niveles treponemicidas en el líquido céfalo-raquídeo. Así, el
tratamiento de primera elección es la penicilina benzatina 10-24 MU/d
por vía IV (3-4 MU/4h) durante 10-14 días. Sólo si la hospitalización es
inviable por cualquier motivo, entonces podríamos optar por la segunda
línea de tratamiento, que es ceftriaxona 1-2 g IV/d durante 10-14 días
(se puede administrar en régimen de hospital de día) o bien penicilina
procaína 1,2-2,4 MU/d por vía IM + probenecid 500 mg/6h, ambos durante
10-14 días. En caso de alergia a la penicilina, aquí sí que sería
necesaria la desensibilización.
Sífilis y embarazo: la peor combinación.
En
mujeres embarazadas con una sífilis precoz no tratada, los recién
nacidos se infectarán en el 70-100%, con muerte fetal en 1/3 de los
casos. La mayoría de las infecciones fetales se producen tardíamente, a
partir de la semana 28. Por ese motivo, siempre se realizan serologías
de lúes en el embarazo (el problema son los embarazos no controlados).
En mujeres con pruebas no treponémicas persistentemente negativas es
altamente improbable que puedan transmitir la infección. Si tenemos un
test treponémico positivo con un no treponémico negativo, deberíamos
repetirlo en 1 mes para descartar una infección muy precoz que no
hubiera dado tiempo a positivizar.
Dicho esto, si tenemos la mala
suerte de enfrentarnos a esta situación, el tratamiento es, por
supuesto, obligado, siendo de primera elección la pauta de penicilina G
benzatina 2,4 MU en una sola dosis, intramuscular (algunos expertos
recomiendan una segunda dosis al cabo de una semana, pero la evidencia
que avala esa recomendación es limitada). La alternativa sería
penicilina procaína 600.000 UI por vía IM durante 10-14 días. Aquí se
terminan nuestras opciones. Si la paciente es alérgica a la penicilina,
deberemos recomendar la desensibilización. No hay más.
¿Y si el paciente tiene infección por VIH?
Los
pacientes con coinfección por VIH pueden presentar una tasa más lenta
de disminución de los títulos de las pruebas no treponémicas, pero esto
no debe ser considerado como un fallo al tratamiento. Estos pacientes no
parece que presenten un riesgo incrementado de afectación ocular o
neurológica. Respecto al tratamiento de la sífilis, es exactamente el
mismo que en pacientes sin infección por VIH.
Como novedad, estas guías contemplan la posibilidad de ofrecer profilaxis pre-exposición con doxiciclina (es un tema muy controvertido en el que hoy no entraremos).
Respecto al seguimiento serológico
de los pacientes diagnosticados de sífilis precoz (y tratados, claro),
se recomienda la realización de tests no treponémicos (VDRL/RPR) al cabo
de 1 mes, 3 meses, 6 meses y 12 meses. Los títulos de anticuerpos
deberían bajar al menos x4 al cabo de 6 meses (aunque siempre hay un 15%
de pacientes correctamente tratados en los que no se observa esa
esperada disminución). Si esa disminución no sucede en 6-12 meses,
algunos expertos recomiendan una tanda adicional de penicilina G
benzatina IM 2,4 MU/semana x 3 semanas. En la sífilis tardía esa
respuesta serológica a menudo no se observa.
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