En base a los estudios daneses, en pacientes expuestos ahidroclorotiazida, con dosis acumuladas de 50.000 mg o superiores, elriesgo de carcinoma basocelular podría incrementarse en 1,3 veces yel riesgo de carcinoma espinocelular en 4 veces. Dosis acumuladassuperiores se asociaban con un riesgo mayor. Una dosis acumulada de 50.000 mg correspondería por ejemplo, al uso diario de 12,5 mg dehidroclorotiazida durante aproximadamente 11 años... o 25mg/día durante tan solo 5 años (lo cual supone un porcentaje muy elevado de nuestros pacientes hipertensos).
A lo largo de la sesión Carles repasó el mecanismo de acción de los diferentes diuréticos, cómo reducen la presión arterial, sus efectos secundarios más frecuentes, así como el tratamiento recomendado por diferentes guías.
Entre los diuréticos tiazídicos, además de la famosa hidroclorotiazida (la que está presente en la mayoría de combinaciones y sobre la que ha surgido la alerta), disponemos de la clortalidona y la indapamida. Carles indicó que se han realizado varios ensayos clínicos (ECA) con clortalidona e indapamida en los que demuestran ser más potentes que hidroclorotiazida en cuanto a reducción de cifras de presión arterial, y con una acción más prolongada (mejor cobertura 24h), ECA que también demuestran reducción de eventos cardiovasculares y mortalidad cuando se comparan con diuréticos tiazídicos de dosis más bajas.
Una sesión muy interesante en la que retomamos el debate sobre la carencia de comercialización de combinaciones de antihipertensivos que serían muy útiles como por ejemplo aquellas que contuviesen un inhibidor del enzima conversor de angiotensina (IECA) y un diurético a dosis altas o un diurético diferente de hidroclorotiazida, o un IECA+diurético+calcio antagonista, etc. ¿Por qué será que ningún laboratorio se anima a comercializarlos?
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