Docencia Rafalafena vuelve también en septiembre y destacamos esta sesión sobre prevención del suicidio. El tema es relevante, no en vano es la segunda causa de muerte entre los 15 y 29 años. Es necesario mantener una actitud de sospecha activa y centrarnos en el paciente, sin olvidarnos del apoyo familiar y social.
Aprovechando que el 10 de Septiembre ha sido el día mundial de la prevención contra el suicidio, se publicó el Libro Blanco de depresión y suicidio 2020, en el que se hace una revisión sobre esta problemática y se realiza una reflexión sobre el papel del médico de familia en la prevención y el manejo de esta situación.
El suicidio es un problema de salud pública que afecta a la mayoría de países del mundo. Las cifras son alarmantes: se estima que cada 40 segundos se suicida una persona en alguna parte del mundo y muchos más intentan suicidarse. De hecho, el suicidio se constituye como la 2ª causa de muerte en personas de entre 15 y 29 años.
El médico de familia, por su papel privilegiado dentro del sistema sanitario, tiene un papel fundamental en la prevención y el manejo de estos casos. La base de la prevención es la concienciación sobre la problemática y la formación: conocer los factores de riesgo y los factores protectores y hacer un abordaje biopsicosocial del paciente. Además, debemos conocer las señales de advertencia que la mayoría de los pacientes lanzan.
El papel del médico de familia incluye no solo identificar los casos en riesgo, sino actuar sobre el paciente e involucrar al mismo en la toma de decisiones respecto a su proceso cuando la situación clínica lo permita, así como involucrar al entorno, lo cual es imprescindible en estos casos.
Por otra parte, también tenemos un papel importante desde la perspectiva comunitaria. Se debería realizar más educación en temas de salud mental a la población y a los usuarios del sistema de salud, así como dar charlas en centros escolares, visibilizar y tratar de forma correcta esta problemática en los medios de comunicación, etc.
Conclusiones
- Para establecer un diagnóstico precoz es esencial mantener una actitud de sospecha activa ante aquellas situaciones/manifestaciones de alerta, por ello es necesaria una concienciación sobre la salud mental y formación.
- El suicidio es prevenible y exige actuaciones a realizar tanto a nivel de Sistema Nacional de Salud/Administraciones Públicas, comunidad, familia, paciente y personal sanitario.
- Todas las actuaciones terapéuticas deben de tener como eje central el paciente, que debe participar en su tratamiento, cuando la situación clínica lo permita, sin olvidar la participación activa de familia y entorno social del paciente.
- La formación y cambios en el modelo asistencial en Atención Primaria son factores que deben influir en un mejor tratamiento del trastorno depresivo y en la prevención del suicidio.
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