martes, 19 de diciembre de 2023

Quid Pro Quo. La apnea obstructiva del sueño un diagnóstico olvidado.

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El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) es un trastorno respiratorio muy frecuente que afecta a un porcentaje importante de la población. Sin  embargo, al estar infradiagnosticado, pues solo un 4% de los ciudadanos lo están en la actualidad; algo que contrasta con los datos de EEUU en donde entre el 15-30% de los varones y un 10-15% de las mujeres tendrían este trastorno respiratorio (definiéndolo como presentar más de 5 episodios por hora “apnea-hypopnea index –AHI”), sería un importante problema de salud de alguna manera olvidado.

Es una patología que se la confunde con una situación tan frecuente en la población como es el roncar (se habla de un 60% lo padecen), pero aún compartiendo este síntoma, no es lo mismo. Y es que en realidad al margen del ruido respiratorio se tratan episodios de cese de la respiración (de más de 10 segundos) durante el sueño con ronquidos o sin ellos. Su causa se debe a la obstrucción de la vía aérea superior (nariz, faringe..) de ahí que habitualmente se acompañe de ronquidos, aunque no siempre es así cuando el origen es central (nervioso). 

Aumenta con la edad (tras la menopausia en la mujer), pero también se manifiesta en la infancia.

En general se produce por problemas locales como la obstrucción nasal, del paladar, de la lengua, de las amígdalas o de las adenoides en los niños o por alteraciones del maxilar inferior, del tamaño del cuello (ensanchado en la obesidad..)..hasta llegar a causas neurológicas. 

Esta obstrucción al flujo aéreo impide llegar correctamente el oxígeno (al tiempo que se acumula el CO2) al cerebro lo que provoca que el individuo se despierte muchas veces, aún de manera inconsciente, o con sensación de ahogo, con las que recobrar la presión de oxígeno habitual. Estas interrupciones de sueño se saldan con somnolencia diurna, astenia, alteraciones de la concentración, cefalea matutina (10-30%),  irritabilidad llegando en casos a ser el responsable de accidentes laborales y de tráfico..

A nivel médico sería, además un factor de riesgo cardiovascular nada desdeñable pues influye en la tensión arterial (hipertensión), en el ritmo cardíaco (arritmias), y en los eventos cardiovasculares como el accidente vásculo-cerebral o el infarto agudo de miocardio. El SAOS también ha sido asociado con la diabetes, el síndrome metabólico y con el asma.

Y el problema es que va en aumento; un estudio reciente estima un incremento de esta patología  de entre el 11-14% en los varones y de un 4-5% en mujeres en el período entre 1990 y el 2010 en EEUU.

Dentro los factores de riesgo de presentar esta entidad se encuentran, la edad (aumenta hasta los 60-70 años que se estabiliza); el sexo masculino (dos o tres veces más frecuente que en mujeres); la obesidad (por cada  10% del peso hay un aumento de seis veces del riesgo de SAOS); anormalidades craneofaciales (mandíbula corta, amígdalas o adenoides hipertrofiadas en niños); el tabaquismo (tres veces más que en los no fumadores); historia familiar (genética o de comportamiento) de SAOS; rinitis o congestión nasal (dos veces mayor riesgo); y la utilización habitual de diversos tipos de sustancias y de  medicación como el alcohol, los sedantes (benzodiacepinas..)..

Debemos, por tanto, consultar con el médico especializado, según recomienda la Guía de práctica Clínica de la American Academy of Sleep Medicine (AASM), ante cualquier persona con excesivo sueño diurno la mayoría de los días y al menos  dos características de SAOS: ronquidos habituales, episodios de apnea o de ahogo durante el sueño y/o hipertensión arterial.

Se puede utilizar unos test previos para hacer el diagnóstico ad hoc, el STOP-Bang questionnaire y el Epworth Sleepiness Scale, si bien es cierto que el diagnóstico como tal nos lo dará una prueba, la  polisonografía en la consulta del especialista. 

Traigo hoy este el tema aquí pues en el European Respiratory Society (ERS) International Congress 2023 celebrado en Milan recientemente, según nos informan los medios, se vuelve a incidir en el, pues  se trata de una patología que sigue siendo  infradiagnosticada, pues el paciente no es consciente de ella, lo considera algo normal; y el médico de Atención Primaria, por su parte, agobiado por la demanda asistencial, no le da muchas veces la importancia debida como el factor de riesgo cardiovascular que es. Algo que le obligaría a evaluar los factores de riesgo de presentar esta patología (obesidad, problemas nasales o faríngeos, consumo de alcohol, tabaco..) y a utilizar los test que he nombrado anteriormente sobre todo en pacientes afectos de hipertensión arterial, arritmias o enfermedades cardiovasculares. También se hace hincapié en el autodiagnóstico del paciente mediante test o sistemas tecnológicos (relojes inteligentes con APPs ad hoc) que graban la variabilidad producidad en el AHI según las noches.

Su tratamiento, como es de común conocimiento, se realiza manteniendo la vía aérea despejada mediante aparatos de presión positiva aplicados a las vías respiratorias a la hora del sueño, el conocido como CPAP (continuous positive airway pressure) que la obliga a mantenerse abierta  todo el tiempo. 

Y otros, no tan populares, pero efectivos en SAOS leves, como los  “aparatos de avance mandibular” (DAM) pues existen evidencias que los avalan, según señala una revisión de la Cochrane  y diversas revisiones sistemáticas (Sharples LD, Sleep Med Rev. 2015). 

El DAM se recomendaría en apneas leves y moderadas o en aquellass que no toleran el CPAP. Su mecanismo se encontraría en evitar el colapso de la faringe durante el sueño. La ventaja es que es mas barato, no hacen ruido, y es más fácil de utilizar, al poderse transportar en caso de viaje y no necesitar electricidad para su uso. 

Y sobre todo, no olvidarnos de las posibles causas susceptibles de remedios quirúrgicos sobre el paladar, la nariz, el maxilar...

Y en general dejar claras las recomendaciones de evitar el alcohol y los tranquilizantes antes de ir a dormir, de perder peso, de evitar el hábito tabáquico, y de procurar dormir de lado mas que en  decúbito supino (de espaldas).

Mateu Segui Díaz
Médico de Familia

Seguí Díaz M. La  apnea obstructiva del sueño un diagnóstico olvidado. Es Diari MENORCA. 29-09-2023:32  https://www.menorca.info/

European Respiratory Society (ERS) 2023 International Congress.
https://www.ersnet.org/congress-and-events/congress/

Elena Riboldi. Sleep Apnea Diagnosis: Awareness and Tools. News -Medscape Medical News- Conference News - ERS 2023. September 11, 2023

Lewis R Kline. Clinical presentation and diagnosis of obstructive sleep apnea in adultsLiterature review current through: Aug 2023. This topic last updated: Jun 07, 2023.

Novedosa medida automatizada de los estudios para determinar la gravedad de la apnea del sueño
https://www.immedicohospitalario.es/noticia/41200/novedosa-medida-automatizada-de-los-estudios-para-determinar-la-graved.html

-Bratton DJ, Gaisl T, Wons AM, Kohler M2. CPAP vs Mandibular Advancement Devices and Blood Pressure in Patients With Obstructive Sleep Apnea: A Systematic Review and Meta-analysis. JAMA. 2015 Dec 1;314(21):2280-93. doi: 10.1001/jama.2015.16303.

-Bratton DJ, Gaisl T, Schlatzer C, Kohler M. Comparison of the effects of continuous positive airway pressure and mandibular advancement devices on sleepiness in patients with obstructive sleep apnoea: a network meta-analysis. Lancet Respir Med. 2015 Nov;3(11):869-78. doi: 10.1016/S2213-2600(15)00416-6. Epub 2015 Oct 20.

-Sharples LD, Clutterbuck-James AL, Glover MJ, Bennett MS, Chadwick R, Pittman MA, Quinnell TG. Meta-analysis of randomised controlled trials of oral mandibular advancement devices and continuous positive airway pressure for obstructive sleep apnoea-hypopnoea. Sleep Med Rev. 2015 May 30;27:108-124. doi: 10.1016/j.smrv.2015.05.003. [Epub ahead of print]

 

domingo, 17 de diciembre de 2023

CarPriMur. Miscelánea en ECG.

 

(El rincón de Sísifo) Prescripción de ejercicio en atención primaria.

Para despedir el año vamos a hacer un post diferente, pero con una temática muy relevante que nunca hemos citado a portagayola en este blog: la prescripción de ejercicio físico en las consultas de atención primaria. Antes de seguir, distinguiremos entre actividad física y ejercicio físico. La actividad física no está pautada, ni programada, e incluye todo el movimiento que hacemos a diario (subir escaleras, caminar hacia el trabajo, jugar, sacar al perro, llevar la compra…) mientras que el ejercicio está prescrito y programado en nuestra rutina habitual.

Tanto actividad física como ejercicio producen un gasto de energía. A menudo tendemos a pensar que lo importante es ir al gimnasio, por su impacto en nuestra salud, pero lo más relevante es mantenernos activos y funcionales. Y sí, es posible ir al gimnasio 3-4 veces por semana y continuar siendo sedentarios. O dicho de otro modo: lo más relevante para tu salud no es la hora que pasas en el gym, sino lo que haces las otras 23 horas del día.

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