Varón de 25 años (recién cumpliditos), sano y que se encuentra desde
hace tres meses dando vueltas con su mochila y su chica por el sudeste
asiático. Hace un mes, se pone en contacto con su madre, que además es
médica de familia, para, tras saludarla, hacerle saber que le han salido
unos granitos en la parte superior de una de sus nalgas que "pican a muerte", según palabras textuales, adjunta la siguiente foto:
El muchacho en cuestión se encontraba por lo demás estupendamente, disfrutando de su viaje y de la excelente compañía.
Su preocupada madre pensó y pensó y llegó a estas penosas conclusiones: ¿granitos versus herpes?,
y como no le daba para más, le aconsejó mantener la zona limpia y seca y
tomar algun antihistamínico si el picor no cedía. El joven contestó: ¿limpio y seco, sin bañarme en el mar...? ¡Ja! Eso fue todo...
Durante las semanas posteriores se mantuvieron en contacto, sin hacer
mención especial a los molestos granitos. Hace un par de semanas, se
puso de nuevo en contacto con su santa madre y atacado le hizo saber que
la cosa no mejoraba y que los granitos estaban peor que antes, se
habían extendido y picaban lo indecible. Advirtió ella, la madre, un
cierto tonito de reproche y de desconfianza no en sus faceta materna
pero sí en la profesional...Le mandó esta otra foto:
¡Hummm!, se dijo, va a ser que los granitos versus herpes son otra cosita... y hete ahí que, no tengo ni idea de por qué llegó a esta conclusión, pensó: ¡Eureka, ya lo tengo! ¡Es una larva migrans! Y
muy contenta le explicó a su retoño que eran unos gusanillos que
reptaban bajo su piel y que se fuera al médico para arreglar el
entuerto.
El muchacho se mostró muy agradecido y obedeció a la facultativa y
madre. Segun le contó un par de días más tarde, el médico malasio que le
atendió estuvo plenamente de acuerdo con el diagnóstico, le aplicó un
gas de esos fríos y le prescribió mebendazol 500/24 horas 3 días. Le
explicó que tenía tres gusanillos reptando por su nalga y que tardaría
unos días en curar del todo. La mejoría clínica fue instantánea y a día
de hoy esta es la pinta de las lesiones:
El joven continúa de viaje, le queda una semana para regresar a casita, y
su madre duda entre darle un achuchón de bienvenida y luego fumigarlo o
primero fumigarlo y luego, el achuchón...
Real como la vida misma...Os dejo este enlace a Dermapixel sobre la Larva Migrans que lo cuenta estupendamente. ¡Lo que sufren las madres! ¡Y las médicas!
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