En infecciones del tracto urinario (ITU) no
complicadas en mujeres entre 18 y 65 años con síntomas leves o moderados, el
tratamiento con ibuprofeno es una opción razonable frente al tratamiento
directo con fosfomicina. Se consigue una reducción significativa del uso de
antibióticos, aunque la duración y la intensidad de los síntomas es superior
con ibuprofeno. Hay que descartar en todo caso factores de riesgo de
pielonefritis subclínica.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) no complicadas suponen el 25% de las prescripciones antibióticas en atención primaria. Como las ITU menudo son autolimitadas y la prescripción de antibiótico aumenta la presencia de resistencias, se deben hacer esfuerzos para disminuir las tasas de prescripción. En este ensayo clínico aleatorizado (ECA) hecho en Alemania se evaluó si la prescripción de antibiótico para las ITU no complicadas se podría reducir con tratamiento sintomático con ibuprofeno, reservando los antibióticos para las mujeres que vuelven con empeoramiento o recurrencia de los síntomas.
En 42 centros de atención primaria se aleatorizaron mujeres entre 18 y 65 años con síntomas típicos de ITU (disuria y / o aumento de la frecuencia / urgencia de la micción) a recibir una dosis de fosfomicina 3 g (N = 246; 243 analizadas) o ibuprofeno 3x400 mg (N = 248; 241 analizadas) durante 3 días (con las respectivas pastillas placebo para enmascarar). En ambos grupos se prescribió tratamiento antibiótico adicional si era necesario en caso de persistencia, empeoramiento o recurrencia de los síntomas. Los criterios de exclusión fueron: cualquier signo de infección del tracto urinario superior (fiebre, puño-percusión lumbar positiva); situaciones que aumentan el riesgo de complicación (embarazo, enfermedad renal); ITU en las dos semanas anteriores; sondaje urinario. También se excluyeron las pacientes que en ese momento estaban tomando antiinflamatorios no esteroideos para el dolor o antibióticos, las que tenían antecedente de úlcera gastrointestinal o enfermedades crónicas graves o agudizadas. Se hicieron tiras reactivas de orina y cultivos en todas las pacientes, pero los resultados no modificaban la inclusión.
El número de tandas de tratamiento antibiótico a los 28 días fue significativamente inferior en el grupo de ibuprofeno. El número de ciclos en el grupo de fosfomicina fue de 283 (243 como parte del estudio más 34 ciclos adicionales para ITU y 6 ciclos prescritos por otras razones, como bronquitis u otitis media). En el grupo de ibuprofeno hubo 94 prescripciones de antibiótico (81 por ITU y 13 por otras razones). Esto se corresponde con una reducción del índice de incidencia de uso de antibiótico del 66,5% (IC 58,8% -74,4%). En el grupo tratado con ibuprofeno la intensidad de los síntomas fue superior entre los días 0 y 7, y la duración de los mismos fue de 5,6 días, un día más que en el otro grupo. En el grupo de ibuprofeno hubo 5 casos de pielonefritis (PNA) y en el de fosfomicina uno, sin ser la diferencia estadísticamente significativa, debido al pequeño número de casos.
Visto que la PNA tiene una fisiopatología diferente de las ITU, más relacionada con las características del agente patógeno y con factores del paciente (embarazo, malformaciones de la vía urinaria, ITU en la infancia, PNA reciente, inmunosupresión, diabetes, instrumentación. ..), serían necesarios estudios más potentes para confirmar que no prescribir antibiótico desde el primer momento no supone un riesgo añadido cuando se descartan estos factores. En caso de PNA fosfomicina no sería un antibiótico de elección.
En mujeres entre 18 y 65 años con síntomas leves o moderados de ITU, iniciar tratamiento antiinflamatorio para el control de síntomas es una buena estrategia para disminuir el uso de antibióticos. Se puede posponer la prescripción de antibiótico, bien esperando que la enferma vuelva a consultar cuando los síntomas empeoran, como el estudio, o bien haciendo una prescripción diferida, dejando en manos de la paciente la decisión de tomar el antibiótico si el evolución no es la esperada o los síntomas se hacen intolerables.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) no complicadas suponen el 25% de las prescripciones antibióticas en atención primaria. Como las ITU menudo son autolimitadas y la prescripción de antibiótico aumenta la presencia de resistencias, se deben hacer esfuerzos para disminuir las tasas de prescripción. En este ensayo clínico aleatorizado (ECA) hecho en Alemania se evaluó si la prescripción de antibiótico para las ITU no complicadas se podría reducir con tratamiento sintomático con ibuprofeno, reservando los antibióticos para las mujeres que vuelven con empeoramiento o recurrencia de los síntomas.
En 42 centros de atención primaria se aleatorizaron mujeres entre 18 y 65 años con síntomas típicos de ITU (disuria y / o aumento de la frecuencia / urgencia de la micción) a recibir una dosis de fosfomicina 3 g (N = 246; 243 analizadas) o ibuprofeno 3x400 mg (N = 248; 241 analizadas) durante 3 días (con las respectivas pastillas placebo para enmascarar). En ambos grupos se prescribió tratamiento antibiótico adicional si era necesario en caso de persistencia, empeoramiento o recurrencia de los síntomas. Los criterios de exclusión fueron: cualquier signo de infección del tracto urinario superior (fiebre, puño-percusión lumbar positiva); situaciones que aumentan el riesgo de complicación (embarazo, enfermedad renal); ITU en las dos semanas anteriores; sondaje urinario. También se excluyeron las pacientes que en ese momento estaban tomando antiinflamatorios no esteroideos para el dolor o antibióticos, las que tenían antecedente de úlcera gastrointestinal o enfermedades crónicas graves o agudizadas. Se hicieron tiras reactivas de orina y cultivos en todas las pacientes, pero los resultados no modificaban la inclusión.
El número de tandas de tratamiento antibiótico a los 28 días fue significativamente inferior en el grupo de ibuprofeno. El número de ciclos en el grupo de fosfomicina fue de 283 (243 como parte del estudio más 34 ciclos adicionales para ITU y 6 ciclos prescritos por otras razones, como bronquitis u otitis media). En el grupo de ibuprofeno hubo 94 prescripciones de antibiótico (81 por ITU y 13 por otras razones). Esto se corresponde con una reducción del índice de incidencia de uso de antibiótico del 66,5% (IC 58,8% -74,4%). En el grupo tratado con ibuprofeno la intensidad de los síntomas fue superior entre los días 0 y 7, y la duración de los mismos fue de 5,6 días, un día más que en el otro grupo. En el grupo de ibuprofeno hubo 5 casos de pielonefritis (PNA) y en el de fosfomicina uno, sin ser la diferencia estadísticamente significativa, debido al pequeño número de casos.
Visto que la PNA tiene una fisiopatología diferente de las ITU, más relacionada con las características del agente patógeno y con factores del paciente (embarazo, malformaciones de la vía urinaria, ITU en la infancia, PNA reciente, inmunosupresión, diabetes, instrumentación. ..), serían necesarios estudios más potentes para confirmar que no prescribir antibiótico desde el primer momento no supone un riesgo añadido cuando se descartan estos factores. En caso de PNA fosfomicina no sería un antibiótico de elección.
En mujeres entre 18 y 65 años con síntomas leves o moderados de ITU, iniciar tratamiento antiinflamatorio para el control de síntomas es una buena estrategia para disminuir el uso de antibióticos. Se puede posponer la prescripción de antibiótico, bien esperando que la enferma vuelva a consultar cuando los síntomas empeoran, como el estudio, o bien haciendo una prescripción diferida, dejando en manos de la paciente la decisión de tomar el antibiótico si el evolución no es la esperada o los síntomas se hacen intolerables.
Gágyor I, Bleidorn J, Kochen MM,
Schmiemann G, Wegscheider K, Hummers-Pradier E. Ibuprofen versus
fosfomycin for uncomplicated urinary tract infection in women: randomised
controlled trial. BMJ (Clinical research ed.). 2015 Dec 23; 351 :h6544. link
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