La potencia del cannabis está aumentando
El contenido de tetrahidrocannabinol (THC) del cannabis se ha quintuplicado aproximadamente en las últimas 2 décadas, de alrededor del 4% en la década de 2000 a más del 20% en la mayoría del cannabis seco legal en Canadá para 2023. 1
El consumo regular y de alta potencia de cannabis se asocia con un riesgo elevado de psicosis
Se estima que la aparición de síntomas de psicosis inducida por el cannabis a lo largo de la vida es del 0,47% entre las personas que consumen cannabis. 2 El riesgo de psicosis inducida por el cannabis es elevado entre los que consumen THC de alta potencia (un producto con > 10% de THC) y los que consumen cannabis con frecuencia, son más jóvenes o son hombres. 3,4 La evidencia también sugiere que los antecedentes de un trastorno mental (por ejemplo, trastorno bipolar, depresión, ansiedad) aumentan el riesgo de psicosis. 2 Más de la mitad de los pacientes con psicosis asociada al cannabis se recuperan en 24 horas, pero aquellos con síntomas prolongados (> 1 semana) o antecedentes de psicosis tienen tasas de hospitalización que oscilan entre el 54% y el 76%. número arábigo
Las personas con psicosis inducida por cannabis y trastorno por consumo de cannabis tienen un alto riesgo de esquizofrenia
Un estudio de cohorte retrospectivo basado en la población de 9,8 millones de personas en Ontario, Canadá, encontró que las personas con una visita al departamento de emergencias por consumo de cannabis o psicosis inducida por cannabis tenían un riesgo 14,3 y 241,6 veces mayor de desarrollar un trastorno del espectro de la esquizofrenia en 3 años que la población general, respectivamente. 4
El tratamiento para la psicosis inducida por cannabis implica dejar de fumar y agentes antipsicóticos
El consumo continuo de cannabis después del primer episodio de psicosis se asocia con una mayor incidencia de reaparición de los síntomas. 3 El pilar actual de la intervención en la psicosis inducida por el cannabis es la abstinencia de cannabis. 5 Se pueden recetar medicamentos antipsicóticos de segunda generación para pacientes con síntomas graves y persistentes, con el objetivo principal de aliviar los síntomas agudos. Una vez que los síntomas agudos se han resuelto, se puede considerar una disminución gradual o la interrupción de la medicación antipsicótica. 5
Las intervenciones conductuales pueden ayudar a dejar de fumar cannabis
Las entrevistas motivacionales pueden aumentar el compromiso con el tratamiento, mientras que la terapia cognitivo-conductual puede desarrollar habilidades para resistir los antojos y los impulsos de consumir cannabis. Estas intervenciones pueden ser administradas por médicos o psicólogos y conducir a la reducción del consumo de cannabis, la reducción de la carga de síntomas psiquiátricos y la mejora del funcionamiento psicosocial. 5
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