jueves, 18 de enero de 2018

Docencia Algemesí. Tratamiento de la Diabetes Tipo 2.

Hace unas semanas María Bernabeu, residente de segundo año de nuestro centro de salud, hizo un repaso del tratamiento de la diabetes tipo 2 (DM2) tras la introducción en el mercado estos últimos años de gran cantidad de fármacos nuevos. En su exposición María repasa los fármacos disponibles actualmente, sus indicaciones y contraindicaciones, así como el lugar que ocupan en los últimos algoritmos.
Una sesion polémica con opiniones encontradas acerca de las prioridades de las nuevas guías. Llama la atención el relego de las sulfonilureas, de todas ellas, y el hecho de que los nuevos fármacos hayan pasado a ocupar los primeros escalones del tratamiento (fundamentalmente inhibidores de SGLT-2 e inhibidores DPP-4) con el incremento de gasto que ello supone, además de los riesgos de seguridad a largo plazo y, sobre todo, en ausencia de mejoría de resultados clave.

Como preguntaba una compañera en la sesión: Pero entonces, ¿hacemos caso o no hacemos caso de las guías?
A propósito de la sesión y el debate os invitamos a echar un vistazo a este post de la plataforma No Gracias, que aunque es del 2015 sigue muy vigente y arroja datos muy interesantes en torno a la diabetes y su tratamiento: La industria de la diabetes y la “casta médica” que la alimenta.

Y a este otro ensayo sobre la importancia del control del peso en esta enfermedad, cómo se consigue la remisión de la misma en un porcentaje elevadísimo de casos: Control de peso en el ámbito de la atención primaria para la remisión de la diabetes tipo 2 (DiRECT): ensayo abierto, aleatorizado por grupos.


¿Tiene lógica estar gastando dinero a cascoporro en tratamientos que, si bien reducen un parámetro analítico -HbA1c- no presentan mejoría de resultados en salud, cuando la DM2 es una situación derivada de las condiciones de vida? ¿No sería mucho más coherente poner el foco en el origen, atacar las causas, y la causas de estas causas? Es doloroso pensar la ingente inversión de fondos derivados al tratamiento farmacológico de una entidad que podría  evitarse y resolverse en la mayoría de casos con la adopción de un estilo de vida saludable (dieta adecuada, ejercicio, etc) en una sociedad que fomenta precisamente lo contrario: mala dieta (otra industria potentísima), sedentarismo y "enfermedades" que suponen un chorreo de millones continuo con el consiguiente enriquecimiento y fortalecimiento de un sector industrial cada vez más perverso.

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