Nuestra mente nos engaña1, todos cometemos sesgos y errores cognitivos cuando tomamos decisionesa. Sí, los médicos también; la diferencia es que el precio de nuestros errores profesionales no siempre los pagamos nosotros, sino los pacientes. En esta profesión, donde la toma de decisiones es constante, debemos tener muy en cuenta que, al igual que existen atajos o heurísticos que nos permiten resolver de manera casi automática los problemas, estos atajos conllevan errores o sesgos cognitivos. Entre los sesgos más comunes, está el del dígito de la izquierda, o la tendencia a clasificar las variables continuas en función del dígito numérico más a la izquierda: es ese que hace que elijamos un producto que vale 6,99 en lugar de 7 euros. Pues bien, un grupo de investigadores decidieron comprobar si existe, también en medicina. Querían comprobar si los pacientes, según la edad que tuvieran, recibían distintas pautas de tratamiento, especialmente si estas comportan un mayor riesgo de complicaciones2. Eligieron la revascularización con baipás en pacientes con infarto de miocardio. En una base datos clínica, evaluaron si los pacientes que tenían 80 años y 2 semanas de edad recibían un tratamiento más conservador que los pacientes a los que les faltaban 2 semanas para cumplir los 80 años, sin que hubiera una recomendación explícita de expertos o guías clínicas para limitar la revascularización coronaria a esa edad. Comprobaron que los pacientes ingresados después de cumplir 80 años tenían menos probabilidades de someterse a revascularización que los que lo hacían antes de cumplir los 80. Los autores vieron que esta diferencia no se veía en otras franjas de edad, ni estaba afectada por otras covariables, lo cual era consistente con la ocurrencia de sesgo del dígito izquierdo en la toma de decisiones clínicas.
Rafael Bravo Toledo
CS Linneo. Madrid
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