https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/CIR.0000000000000932
En diciembre de 2020, el Colegio Americano de Cardiología (ACC por sus siglas en inglés) y la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés) publicaron sus recomendaciones actualizadas sobre el manejo de las valvulopatías cardíacas[1,2] . A continuación, se detallan diez mensajes clave.
Las 10 mejores conclusiones prácticas
En los pacientes con enfermedad cardíaca valvular, los estadios (A-D) deben clasificarse según los síntomas, la anatomía de la válvula, la gravedad de la disfunción valvular y la respuesta del ventrículo y la circulación pulmonar.Al evaluar a los pacientes con enfermedad cardíaca valvular, los hallazgos de la anamnesis y la exploración física deben correlacionarse con los de las pruebas no invasivas (es decir, electrocardiograma, radiografía de tórax, ecocardiografía transtorácica). Si existe un conflicto entre los resultados de la exploración física y los de los estudios no invasivos iniciales, se debe considerar la posibilidad de obtener más estudios no invasivos (tomografía computadorizada, resonancia magnética cardíaca, prueba de esfuerzo) o invasivos (ecocardiografía transesofágica, cateterismo cardiaco) para decidir la estrategia de tratamiento óptima.En el contexto de enfermedad cardíaca valvular y fibrilación auricular (excepto en pacientes con estenosis mitral reumática] o una prótesis mecánica), la decisión de utilizar la anticoagulación oral con un antagonista de la vitamina K (AVK) o un anticoagulante no AVK para prevenir eventos tromboembólicos debe ser un proceso de toma de decisiones compartido basado en la puntuación CHA2DS2-VASc (insuficiencia cardíaca congestiva, hipertensión, edad ≥75 años, diabetes mellitus, accidente cerebrovascular previo/ataque isquémico transitorio/evento tromboembólico, enfermedad vascular, edad 65-74 años, sexo). Se debe administrar anticoagulación oral con un AVK a los pacientes con estenosis mitral reumática o una prótesis mecánica y fibrilación auricular.Todos aquellos con valvulopatía severa candidatos para intervención valvular deben ser evaluados por un equipo multidisciplinar, ya sea con una derivación o consultando con un centro valvular primario o integral.El tratamiento de la estenosis aórtica grave con una prótesis valvular transcatéter o quirúrgica debe basarse principalmente en los síntomas o en la función sistólica ventricular reducida. Hay que valorar una intervención más precoz si así lo indican los resultados de la prueba de esfuerzo, los biomarcadores, la progresión rápida o la presencia de estenosis muy severa. Las indicaciones ampliadas para el implante de válvula aórtica transcatéter (TAVI, por sus siglas en inglés) son el resultado de los hallazgos de múltiples ensayos aleatorios de TAVI frente a reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica. La selección del tipo de intervención para pacientes con estenosis aórtica grave debe ser un proceso de toma de decisiones compartido, que considere los riesgos y beneficios de por vida asociados con el tipo de válvula (mecánica frente a bioprotésica) y el tipo de abordaje (transcatéter frente a quirúrgico). Las indicaciones de intervención para la insuficiencia valvular son el alivio sintomático y la prevención de las consecuencias irreversibles a largo plazo de la sobrecarga de volumen del ventrículo izquierdo. Debido a que existen opciones de tratamiento más duraderas y con menores riesgos, los umbrales de intervención son ahora más bajos que anteriormente. Los pacientes con insuficiencia mitral primaria gravemente sintomática con un riesgo quirúrgico alto o prohibitivo se pueden beneficiar de una reparación mitral borde a borde transcatéter. Esta técnica también es beneficiosa en un subconjunto seleccionado de pacientes con insuficiencia mitral secundaria que permanecen gravemente sintomáticos a pesar del manejo recomendado por las guías y el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Los pacientes que presentan insuficiencia tricuspídea aislada sintomática grave, comúnmente asociada con los cables de marcapasos y fibrilación auricular, pueden beneficiarse de una intervención quirúrgica para reducir los síntomas y las hospitalizaciones recurrentes, si ésta se lleva a cabo antes del inicio de la disfunción ventricular derecha grave o la lesión de los órganos diana (hígado y riñones). La disfunción de una válvula bioprotésica puede ocurrir debido a la degeneración de las valvas de la válvula o a la trombosis de la misma. El tratamiento con catéter para la disfunción de una válvula protésica, por degeneración de una valva bioprotésica o por fuga paravalvular, es razonable en pacientes seleccionados en ausencia de infección activa.
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