sábado, 12 de abril de 2025

Docencia Rafalafena. ¿Mucolíticos o agua? Repensando su papel en las infecciones respiratorias.

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1. Introducción.

Los mucolíticos son fármacos cuyo objetivo es modificar las características del moco

para hacerlo menos espeso y más fácil de eliminar. Se usan principalmente como

tratamiento sintomático en enfermedades respiratorias, tanto agudas como crónicas.

Entre los más conocidos se encuentran la N-acetilcisteína (NAC)o la carbocisteína. 

Su lógica terapéutica parece sencilla: si el moco es más fluido, se elimina mejor y mejora

la sensación de congestión y tos. Pero ¿Esta lógica se sostiene con evidencia científica?

2. Infecciones respiratorias agudas. Ni recomendados ni eficaces.

Las infecciones respiratorias agudas, como la bronquitis aguda, son de origen vírico en

la mayoría de los casos y suelen resolverse espontáneamente en 1-3 semanas. En estos

casos, el tratamiento suele ser sintomático y conservador. Aun así, el uso de mucolíticos

está bastante extendido.

2.1. Enfoque de las guías.

• UpToDate no menciona los mucolíticos como parte del manejo de la bronquitis

aguda.

• BMJ Best Practice, siguiendo la guía NICE, afirma que no deben utilizarse por su

escasa eficacia.

• La Guía del American College of Chest Physicians indica que no hay suficiente

evidencia para confirmar su efectividad y sugiere no usarlos de forma rutinaria.

• En España, la Guía del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos

(PRAN) desaconseja su uso por falta de efectividad (Grado A de recomendación).

Además, se advierte que los antihistamínicos tampoco deberían usarse en este

contexto, ya que secan las secreciones y pueden dificultar la recuperación.

2.2. Riesgos.

Aunque suelen considerarse fármacos seguros, pueden provocar efectos secundarios,

especialmente a nivel digestivo (náuseas, diarrea, dolor abdominal) y cutáneo (prurito,

erupciones). Si a esto le sumamos su nula eficacia en procesos agudos, el balance riesgo

beneficio es claramente negativo.

3. Enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC.

¿Cambia algo?

Sí, aquí la historia es distinta. En enfermedades crónicas como la bronquitis crónica y la

EPOC, el uso prolongado de mucolíticos ha mostrado beneficios modestos pero

relevantes.

Revisión Cochrane (2019)

Una de las revisiones más completas hasta la fecha incluyó 38 estudios con más de

10.000 pacientes adultos. Sus conclusiones:

• Menor riesgo de exacerbaciones en quienes tomaban mucolíticos frente a

placebo.

• Se estimó que ocho personas deben tratarse durante 9 meses para evitar una

exacerbación adicional.

• Reducción discreta de los días de discapacidad (menos de medio día por mes).

• Disminución en los ingresos hospitalarios (basado en solo 5 estudios).

• Sin efectos secundarios graves ni mayor mortalidad.

• Sin cambios relevantes en calidad de vida o función pulmonar.

Un detalle importante: los estudios más antiguos parecían mostrar mejores resultados

que los más recientes, lo cual puede indicar un sesgo de publicación o simplemente una

mejora en la metodología de los ensayos modernos.

Guía GOLD 2024

La Global Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease (GOLD) menciona que, en

pacientes con EPOC que no reciben corticosteroides inhalados, los mucolíticos como la

NAC y la carbocisteína podrían reducir exacerbaciones y mejorar modestamente el

estado de salud.

Eso sí: debido a la gran heterogeneidad de los pacientes, dosis y fármacos empleados,

no se puede definir claramente qué pacientes se beneficiarían más.

4. Conclusiones.

En infecciones respiratorias agudas como la bronquitis: NO.

• No han demostrado eficacia.

• Pueden tener efectos secundarios innecesarios.

• No están recomendados en ninguna guía clínica de referencia.

• La hidratación y el manejo sintomático siguen siendo la mejor opción.

En EPOC y bronquitis crónica: DEPENDE.

• Pueden reducir exacerbaciones y días de enfermedad, aunque con beneficios

discretos.

• Podrían considerarse en pacientes seleccionados, especialmente si no están en

tratamiento con GCI.

• La elección debe ser individualizada y basada en criterios clínicos claros.

En conclusión, el uso de mucolíticos refleja cómo a veces la tradición médica o las

expectativas del paciente pesan más que la evidencia científica. Aunque pueden tener

un papel en enfermedades crónicas concretas, su uso sistemático en procesos agudos

carece de justificación.

Una buena hidratación, el reposo y una adecuada información al paciente siguen

siendo pilares fundamentales en el manejo de las infecciones respiratorias.


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