Tos de perro
Estás durmiendo tranquilamente, tu hijo se encontraba bien cuando lo has
acostado y de repente llora, respira de forma agitada y tose con un
tono que te recuerda a algún animal (como un perro o una foca). La tos
es seca, le irrita la garganta y le pone muy nervioso, con frecuencia
llora y con el llanto se escucha un sonido al respirar. Lo más probable
es que tengas que salir corriendo porque tienes sensación de que se
ahoga. Con frecuencia cuando llegues al centro médico u hospital tu hijo
esté algo mejor, parece que le haya sentado bien salir a la calle, al
"fresquito". Según su grado de dificultad respiratoria, el pediatra le
indicará una medicación oral, una medicación nebulizada o ambas cosas.
Poco a poco irá mejorando y persistirá cierta tos seca residual, una
afonía evidente y sueño por una noche medio en blanco.
Esta es la descripción típica de lo que se conoce como laringitis estridulosa o crupal. Aunque la laringitis puede darse en el contexto de un cuadro catarral, con tos y mocos y algo de fiebre, es muy típico en las noches de Urgencias la laringitis que se conoce como crupal. Aparece de forma brusca durante el sueño, en niños que estaban bien o con un cuadro catarral discreto. Se produce por una inflamación de la zona de las cuerdas vocales y suele dar cierta dificultad para respirar, además de tos y afonía. El ruido que se produce en casos más severos se conoce como estridor, y es más manifiesto con el llanto.
El aire fresco así como los humidificadores suelen sentar bien. Por eso,
muchos niños mejoran de camino al hospital, una vez salen de los
hogares calentitos ahora en esta época del año a las noches invernales. Y
ése es uno de los trucos a hacer en casa: le abrigas un poco y le sacas al balcón a respirar aire fresco. Si es en verano (algo menos usual) un truco casero es abrir la puerta del congelador.
La laringitis es un proceso molesto para el niño. Más que las
bronquitis. Se pondrá nervioso y es importante intentar tranquilizarle.
Con el llanto la dificultad respiratoria empeora y el estridor aumenta.
Si con todo lo anterior no mejora razonablemente, el estridor es audible con el niño en calma o hay dificultad para respirar (se marcan las costillas o la respiración es muy rápida) es una indicación para ir a Urgencias.
Entre las causas, están los virus (para variar), aunque no en todos los
casos y es posible que haya algún fenómeno inmunitario implicado, ya que
hay niños que lo hacen de forma repetida durante los primeros años de
vida.