miércoles, 16 de julio de 2014

Guía de la @gencat sobre administración de medicamentos por vía subcutánea


  • Uno de los instrumentos básicos en la asistencia paliativa es el control de los síntomas mediante intervenciones farmacológicas y no farmacológicas.
  • La vía de administración de fármacos más utilizada es la oral [1-2] pero cuando esta vía no es posible por diferentes causas (disfagia, vómitos, agonía....) [3] se suele recurrir a la vía parenteral intramuscular o endovenosa. Está estudiado y demostrado que la más recomendable es la vía subcutánea [1,4], que permite administrar la mayoría de fármacos útiles en este tipo de pacientes con un alto grado de seguridad y comodidad en atención domiciliaria. El 70% de los pacientes con enfermedad en fase terminal [4] requieren, días antes de la muerte, la administración de medicación por vía parenteral y es la vía subcutánea la más adecuada porque permite controlar situaciones de resistencia a los fármacos orales o porque en esta fase se han retirado los no imprescindibles o sin utilidad inmediata.
  • En los trastornos de obstrucción digestiva, la vía subcutánea permite el tratamiento farmacológico necesario para el control de los síntomas y para la hidratación, por hipodermoclisis [5], evitando la colocación de sondas nasogástricas, excepto en la obstrucción digestiva alta donde los vómitos y el dolor son de difícil tratamiento.
  • Durante los últimos días o en situación de agonía [6], este método puede ser el único que permita superar los trastornos de deglución o de alteración cognitiva que dificultan la ingesta, para asegurar el control del bienestar en el paciente con agitación y ansiedad.
Existen dos formas de administración de medicamentos por vía subcutánea[1-4,7]:
  1. En la forma intermitente los fármacos se administran a través de una palomita colocada en tejido celular subcutáneo y es la que se describe a continuación.
  2.  La forma continua se realiza a través de unos dispositivos, infusores, que liberan la medicación en tejido celular subcutáneo de una manera continua, siendo esta la forma de elección. Frente a la administración intermitente, con la utilización de infusores se obtienen unos niveles constantes en plasma. Otra ventaja adicional es la posibilidad de mezclar varios fármacos en el mismo infusor. En general, se recomienda no mezclar más de tres fármacos.
http://www.ics.gencat.cat/3clics/main.php?page=GuiaPage&idGuia=233&comentaris=si&lang=CAS

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