Poco
antes de la medianoche de un domingo acude a nuestro servicio un
paciente de unos cuarenta y tantos solicitando una receta de prednisona
en comprimidos porque "tenía una alergia en la mano y el brazo
derechos". Yo llevaba un rato sin atender a ningún paciente y escuchaba
su historia mientras arrancaba el ordenador; normalmente antes de pasar
al paciente suelo echar un vistazo a su historia clínica, me ayuda a
situarme. El paciente me decía que le pasaba muchas veces y que le
desaparecía en un par de días con la toma de prednisona, se mostraba
tranquilo y aparentemente no tenía signos de alarma. Había empezado un
par de días antes con una sensación de tensión en los dedos, dorso de
mano, muñeca y antebrazo, además de un eritema y prurito leve que había
ido aumentando en el transcurso de las horas; se le había terminado la
prednisona...No tenía fiebre y el resto de constantes eran también
normales. Al explorarle destacaba una marcada induración en las zonas
referidas. un eritema casi circunferencial que interesaba casi hasta el
codo bien delimitado y unos flictemas en base de primer dedo de aspecto
hemorrágico. Llamaba la atención la consistencia gomosa de la induración
y el escaso dolor. Con todo ello, extrañada, le dije que me parecía una
celulitis, si bien era un poco "rara". Y me contestó que justamente era
eso una celulitis ¿alérgica?. Yo ya estaba pensando en pautarle un
antibiótico cuando el ordenador se abrió y allí, en primera plana
aparecía un episodio definido como"Celulitis eosinofílica"
y recogido en el texto el informe de dermatología que sustentaba el
diagnóstico. Ya no pude por menos que consultar el informe al completo,
así como un par de ingresos de hace unos años y que confirmaban lo que
el paciente correctamente me había ido contando: un primer ingreso por
lesiones similares a las de ahora, en más localizaciones, que fueron
tratadas como celulitis "normales" y que al no responder fueron vistas
por dermatología y tras estudio y biopsia etiquetadas como "celulitis
eosinofílica". Desde entonces, en varias ocasiones había repetido el
cuadro y siempre con buena respuesta a tratamiento con corticoide oral.
Resumiendo: se trata de una entidad rara, incluida dentro de los
síndromes eosinofílicos, de causa poco clara (se postula una reacción de
hipersensibilidad de tipo IV), cuya forma de presentación recuerda a
una celulitis normal, con la que hay que hacer diagnóstico diferencial,
en un 50% de los casos aparece eosinofilia en sangre periférica; con
buena respuesta al tratamiento corticoideo sistémico, en ocasiones al
corticoide tópico. También se utilizan para su tratamiento los
antihistamínicos y parece que la dapsona y la ciclosporina pueden ser
útiles en los casos refractarios.
Si queréis saber más de esta entidad, podéis leer este y este otro artículo.
Yo me quedo con la idea de que escuchar al paciente, el buen trabajo de
mis compañeros de AP manteniendo una historia de calidad y la
posibilidad de consultar la historia hospitalaria y de los
especialistas, son claves para hacer las cosas bien.
El paciente se fue con su prednisona, asegurándome que me quedara
tranquila, que mejoraría en un par de días y que, además, tenía cita con
su médico por otro motivo, me permitió sacarle fotos y me autorizó a
que las publicara aquí. Lástima que yo sea tan mala fotógrafa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario