Investigadores de la UC de San Francisco (Estados Unidos) han realizado un trabajo que confirma la posibilidad de detectar eficazmente la depresión desde las consultas de Atención Primaria, más aún, cuando se trata de pacientes con un consumo elevado de alcohol.
“Nuestro estudio proporciona evidencia de que, con un cuestionario simple, los médicos de Atención Primaria tienen una gran oportunidad para detectar mejor los síntomas depresivos en pacientes en riesgo y ayudar a mejorar sus vidas a través del tratamiento”, han aseverado los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en ‘Journal of the American Board of Family Medicine’.
Para alcanzar esta conclusión, los científicos estudiaron los datos de más de 2.800.000 pacientes que habían sido atendidos en las consultas de Atención Primaria por un consumo excesivo de alcohol, el cual constaba en la ingesta de más de 14 bebidas alcohólicas semanales para hombres de 65 años o menos, y más de 7 bebidas alcohólicas a la semana para mujeres y hombres de 66 años en adelante.
Además de los hábitos de consumo de los participantes, los investigadores analizaron los registros electrónicos de salud para determinar si se sometieron a un cribado de depresión con el cuestionario de salud recomendado.
De esta forma, los expertos descubrieron que entre los pacientes examinados por consumo elevado de alcohol, el 2,4 por ciento también se sometieron a pruebas de detección de depresión durante el mes siguiente, lo que concuerda con las estimaciones de las encuestas nacionales.
La tasa de detección de la depresión fue menor para los no blancos, los hombres y los que tenían más enfermedades médica.
“Nuestro estudio proporciona evidencia de que, con un cuestionario simple, los médicos de Atención Primaria tienen una gran oportunidad para detectar mejor los síntomas depresivos en pacientes en riesgo y ayudar a mejorar sus vidas a través del tratamiento”, han aseverado los expertos, cuyo trabajo ha sido publicado en ‘Journal of the American Board of Family Medicine’.
Para alcanzar esta conclusión, los científicos estudiaron los datos de más de 2.800.000 pacientes que habían sido atendidos en las consultas de Atención Primaria por un consumo excesivo de alcohol, el cual constaba en la ingesta de más de 14 bebidas alcohólicas semanales para hombres de 65 años o menos, y más de 7 bebidas alcohólicas a la semana para mujeres y hombres de 66 años en adelante.
Además de los hábitos de consumo de los participantes, los investigadores analizaron los registros electrónicos de salud para determinar si se sometieron a un cribado de depresión con el cuestionario de salud recomendado.
De esta forma, los expertos descubrieron que entre los pacientes examinados por consumo elevado de alcohol, el 2,4 por ciento también se sometieron a pruebas de detección de depresión durante el mes siguiente, lo que concuerda con las estimaciones de las encuestas nacionales.
La tasa de detección de la depresión fue menor para los no blancos, los hombres y los que tenían más enfermedades médica.
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