El tema de la aspirina (ácido acetilsalicílico, AAS) en prevención
primaria cardiovascular (CV) es controvertido. Hoy por hoy su
administración se plantea si el riesgo cardiovascular (RCV) es alto, si
bien es cierto que al parecer no todos los pacientes responden de la
misma manera.
La AAS actua inhibiendo la agregación de las plaquetas al generar una
acetilación irreversible de la enzima ciclooxigenasa (COX-1) con lo que
se produce una inhibición completa de la producción del tromboexano en
las plaquetas. Este mecanismo da la sensación que debería producir una
reducción significativa de los eventos CV (EvCV), sin embargo la
reducción del RCV en general es muy leve, por lo que en la actualidad se
apuesta combinarlo con otros fármacos anticoagulantes.
Las diferencias en su acción, apuntan, podrían encontrarse en que la
administración de la aspirina en su acción antiagregante se realiza con
una o dos dosis fijas (100 o 300 mg) independiente del tamaño corporal
del paciente, y que los ensayos clínicos aleatorizados (ECA) se han
realizado con estas dosis al margen de esta situación.
La AAS tras su ingestión es rápidamente desacetilazada por las esterasas
de la pared intestinal, plasma, hematíes y en el hígado, de ahí que la
concentración de una dosis fija de AAS en la circulación sistémica
dependerá de diversos factores relacionados con el tamaño de dichos
tejidos que habitualmente se correlaciona con el tamaño corporal
magro. Con todo, el 50% de las dosis oral administrada alcanza la
circulación portal pudiendo inhibir las plaquetas circulantes . Pero, la
utilización de dosis bajas de AAS en pacientes con obesidad o con un
aumento del índice de masa corporal (IMC) incrementaría la activación
del reemplazo (turnover) plaquetar asociado con la inhibición del
COX-1 ; pero, por otro lado, un incremento de la masa magra corporal
reduciría la biodisponibilidad sistémica de la AAS.
En sentido contrario, altas dosis de AAS podrían superar estos escoyos
de biodisponibilidad debidos al tamaño corporal, pero en pacientes con
bajo peso podrían ser excesivos y reducir la producción de prostaciclina
endotelial. Todo ello plantea una disyuntiva difícil de solucionar,
pero explicaría el porqué de que las bajas dosis prevendrían el
accidente vásculo cerebral (AVC) solo en mujeres y altas dosis solo en
varones, aún teniendo IMC parecidos…
El
estudio que comentamos intenta evaluar los efectos del peso, altura,
IMC y otras mediciones del tamaño corporal con la efectividad de altas y
bajas dosis de AAS en prevención primaria de EvCV y con una validación
en ensayos clínicos (ECA) en prevención secundaria del AVC. A su vez
como las acciones en la prevención del cáncer por parte de la AAS
dependen de la inhibición plaquetaria también investigaron los efectos a
largo plazo de la aspirina en la prevención del cáncer colorectal y en
corto espacio de tiempo el riesgo de cualquier cáncer que estuviera
afectado por el peso y la altura.
Para ello se analizaron los efectos del peso corporal (estratos de 10
kg) y de la altura (espacios de 10 cm) y sus efectos sobre las bajas
dosis (≤100 mg) o altas dosis (300–325 mg, ≥500 mg) de AAS de ECA que
la estudiaran en prevención primaria de EvCV. Se estratificó por edad,
sexo y factores de riesgo CV (FRCV) y se validó en ECA de prevención
secundaria para AVC y se evaluó si estas condiciones afectaban al efecto
de la AAS en el riesgo de cáncer de colon a los 20 años u otro tipo de
cáncer.
Según se extrae de los 10 ECA analizados sobre la AAS en prevención
primaria (117.279 individuos), el peso medio corporal de éstos varía
hasta cuatro veces, yendo de los 60 kg a los 81,2 kg (p inferior a
0,0001).
En éstos la capacidad de la dosis de 75-100 mg de AAS de reducir los
EvCV se redujo según el incremento ponderal (p de interacción 0,0072),
fue beneficioso cuando el peso estuvo entre 50-69 Kg hazard ratio (HR)
0,75 (IC 95% 0,65–0,85), pero no cuando el peso superó los 70 kg HR 0,95
(0,86–1,04]; y un HR de 1,09 [0,93–1,29] en MCV.
Además la mortalidad aumentó en el primer EvCV en aquellos con baja
dosis de AAS y peso superior a 70 kg, odds ratio (OR) 1,33 (IC 95%
1,08–1,64, p=0,0082).
Altas dosis de AAS (≥325 mg) tuvieron una interaccion contraria con el
peso corporal (p de interacción 0,0013), reduciendo los EvCV solo en
aquellos con el peso corporal más alto (p interacción 0,017).
Estos resultados fueron parecidos entre los hombres y las mujeres con
diabetes mellitus (DM), en ECA con AAS en prevención secundaria y en
relación con la altura (p interacción 0,0025 para EvCV).
En cuanto a la prevención del cáncer colorectal a largo plazo, la AAS fue también peso-dependiente (p interacción 0,038).
La estratificación por la talla corporal muestra beneficios y efectos
adversos debidos al exceso de dosis, de tal modo que el riesgo de muerte
súbita aumentó en pacientes que ingerían AAS con bajo peso para la
dosis (p interacción 0,0018) y el riesgo de muerte por cualquier causa
(MCC) se incrementó en personas con pesaban menos de 50 kg que recibían
entre 75-100 mg de AAS HR 1,52 (IC 95% 1,04–2,21], p=0,031).
En personas de más de 70 años el riesgo de cáncer a los tres años se
incrementó por la ingesta de AAS, HR 1,20 (1,03–1,47, p=0,02),
especialmente en los que su peso era inferior a 70 kg kg HR 1,31
(1,07–1,61), y consecuentemente en las mujeres HR 1,44 (1,11–1,87,
p=0,0069).
Concluyen que las bajas dosis de AAS (75-100 mg) solo serían
efectivas en la prevención de EvCV cuando el peso del paciente fuera
inferior a 70 kg, por lo que no beneficiaría al 80% de los varones y
aproximadamente al 50% de las mujeres con un peso de 70 kg o superior.
Contrariamente altas dosis de AAS solo serían efectivas en pacientes con más de 70 kg.
Por último, habida cuenta que las acciones de la AAS irían más allá
de la prevención CV, como el cáncer, y que estas también están influidas
por el tamaño corporal, administrar una dosis fija tampoco sería
recomendable y se debería buscar una estrategia más individualizada.
Unas conclusiones sorprendentes que nos hacen replantearnos la
utilización de la AAS en nuestros pacientes, pues por lo que vemos la
mayoría de ellos tendrían una inhibición del tromboexano insuficiente
para prevenir los EvCV . La biodisponibilidad de la AAS no apoyaría la
utilización de aspirinas de liberación retardada o con recubrimiento
entérico en una dosis diaria en individuos con más de 70 kg. Serían
preferibles dosis mayores (300 mg), aunque por el contrario
aumentaríamos el riesgo de hemorragia en individuos de bajo peso.
Rothwell,
PMCook, NRGaziano, JM et al. Effects of aspirin on risks of vascular
events and cancer according to bodyweight and dose: analysis of
individual patient data from randomised trials. Lancet. 2018; (published
online July 12.) (published online July 12.)
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