El paso del tiempo nos hace olvidar algunos tratamientos por el simple
hecho de haberse superado por otros más modernos. En el anterior post se
hablo de los fármacos antidiabéticos según las situaciones
socioeconómicas o geográficas y en concreto de la insulina (INS) en
pacientes que no pueden costeársela, y referido a EEUU. Un problema
que podemos encontrarnos si atendemos a pacientes de otros países que
vuelve a sus países de origen de manera permanente o en períodos de
tiempo diversos. Se comentaba como en pacientes con DM2 en el mundo real
(EEUU) no se apreciaban diferencias en las hipoglucemias graves
(atendidas en los servicios de urgencias) ni en la consecución de
objetivos de HbA1c entre unas INS (análogos frente a NPH) y otras.
Ante una situación así se recomendaba.
1.-
Relajar los objetivos a ≤ 8%, habitualmente seguros para la mayoría de
pacientes, sobre todo de una cierta edad y con comorbilid, y valorar si
con este objetivo es necesario continuar con la INS o solo con fármacos
antidiabéticos no insulínicos (ADNI), como metformina (MET),
sulfonilureas (SU) o pioglitazona (PIO), los menos costosos.
2.-
En el caso de necesidad de INS, cambiar los análogos de INS por una INS
humana (sea NPH o regular). Las evidencias muestran que el control
glucémico no variará y el riesgo de hipoglucemias clínicas tampoco.
Por ello no está de más comentar este tema al hilo de una reciente entrada de Medscape, en la que dos médicos, un médico de familia (Dr Shubrook) y una endocrinologa (Dra Peters) comentan
cual es la mejor manera de hacer el mecanismo inversos, de volver de
los análogos de INS a las INS humanas (NPH o regular). Algo que nos
suena a un manejo de la INS ya olvidado.
En principio, nos señalan lo conocido, hay que calcular la dosis
diaria total de la INS y dividirla por tres. Administrar antes del
desayuno 2/3 de la INS (2/3 como INS basal o intermedia-NPH- y 1/3 como
INS regular –actrapid-, si es esta la pauta utilizada) y el 1/3 restante
por la noche antes de la cena (la mitad como INS intermedia -NPH- y la
otra mitad como regular).
En este caso debido a la distinta farmacocinética de las INS hay que
educar al paciente a tener presente los picos de las INS humanas, para
enseñarles a comer en el punto más alto de la curva de la INS a los
efectos de evitar las hipoglucemias. Así, la INS NPH su pico se
produce a las 6 horas aunque su duración es de alrededor de 12-18 horas
tras la inyección, lo que obliga tras su administración en la mañana a
distribuir las comidas en dicho intervalo temporal.
Lógicamente el autocontrol glucémico deberá extremarse al principio,
sea mediante tiras reactivas o con los más modernos dispositivos de
monitorización continua, más si cabe que con los análogos de INS como hasta el momento. Del mismo modo deberemos advertir al paciente que la INS
regular o rápida no empieza a funcionar inmediatamente como los
análogos rápidos por lo que deberán inyectarse al menos media hora antes
de la ingesta, habida cuenta que su acción máxima se produce a las 2
horas y su duración es de 6 horas. Algo importante a los efectos de evitar hipoglucemias.
El cambio exige reeducar o afianzar conocimientos sobre los tiempos de
las INS y los intervalos de las ingestas con relación a la
administración de éstas. El tipo de ingesta con más o menos hidratos de
carbono (HC) de absorción rápida o el contenido graso de la ingesta
afectaran a la velocidad de su absorción.
A su vez obligará a insistir lo ya conocido de que el paciente lleve
consigo alimentos con algo contenido en HC y/o una jeringa de glucagon
precargado para el caso que sea necesario tratar la hipoglucemia. Algo importante en el tratamiento con las INS a nivel general, pero quizás adquiere más importancia con la INS humana.
El problema, sin embargo, en estos casos si se vuelven a utilizan
viales, no plumas ni cartuchos, es que deberemos enseñar al paciente a
extraer la INS de los mismos para evitar equivocaciones de dosificación y
de identificación de la INS; de qué tipo de INS se trata (INS de
apariencia turbia –NPH- frente a aquella clara – INS regular).
En estos casos quizás la utilización de INS premezcladas (premix) con
porcentajes fijos de ambas INS (NPH/regular) sea un opción con las INS
humanas.
El objetivo al final es evitar equivocaciones y con ello hipoglucemias.
Jay H. Shubrook; Anne L. Peters. Converting Analogue to Human Insulin: A Step-by-Step Guide
Medscape May 20, 2019
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