“Las palabras que no van seguidas de hechos, no valen nada”
ESOPO
ESOPO
Después de 1 año de nueva titularidad en la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias es el momento de hacer balance desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias.
Durante este año hay muchos claro-oscuros en la Consejería, por un lado han podido detectar los males que padecemos pero de otro lado el día a día no se soluciona y los problemas persisten. La propuesta de macro proyectos está bien pero lo prioritario es una Ley Canaria de Salud y Sanidad. Aprobar un Plan de Salud para 1 año tiene más contras que pros, más cuando se dice que ya se está redactando el siguiente y además la ILP presentada por la ciudadanía coge moho en el Parlamento.
El plan de Urgencias es necesario, pero aparte de la escasa participación profesional y ciudadana en su redacción, las prioridades no son las correctas y su ficha financiera esta en el aire. El plan de salud mental continúa sin llevarse a cabo, y ni siquiera se ha debatido el abordaje de una estrategia común en rehabilitación y dependencia.El acometer obras inconclusas desde hace años es necesario pero también modificar usos para cubrir las necesidades de la población, como la necesaria remodelación que requieren los proyectos también inconclusos de los mal denominados Hospital del Norte y del Sur para que de verdad sean hospitales que cubran las necesidades de esas zonas.
En el caso del supuesto Hospital del Norte, después del tiempo que lleva en funcionamiento ha demostrado que aquellas palabras que hablaban de descongestión del HUC han demostrado su falsedad, sin médicos suficientes para una atención de calidad de los pacientes, además de solo funcionar a poco más del 50% de su capacidad y sin aliviar realmente la presión de urgencias del Hospital de referencia.
En cuanto al supuesto Hospital del Sur, el reciente "cambiazo" realizado con las camas que se cierran en el Hospital Nuestra Señora de La Candelaria y que reaparecen "como nuevas" en el Sur lo dice casi todo. Además, cabe resaltar la falta de Farmacia debiéndose llevar también los medicamentos, la ausencia de quirófanos, de pediatra, de diálisis, de paritorio, de medios para diagnóstico en urgencias neurológicas o para atención psiquiátrica. No hay cocinas, se llevaba también comida de La Candelaria, ahora con un catering. En general se contrata poco personal, se hace a demanda de las necesidades que van surgiendo, se contrató una Terapeuta Ocupacional aunque no hay material terapéutico y está ausente la intervención en población ambulatoria de la zona (pacientes neurológicos, pediátricos, etc).
Se habla de una nueva política de conciertos con la Sanidad Privada pero lo cierto es que a pesar de los resultados poco relevantes actuales, poco movimiento se ve para mejorarla. Es una buena medida la puesta en marcha de Consejos de Salud, pero eso no significa que se les vaya a tener en cuenta y funcionen para lo que se crearon, la participación efectiva de la ciudadanía en la gestión de su sanidad actuando la Administración en consecuencia con sus propuestas.
Mientras todos estos proyectos se ponen en marcha las listas de espera siguen aumentando, la solución no está solo en disminuir la de ciertas pruebas diagnosticas, que no sirven para nada si quien tiene que evaluarlas tarda meses o años en algunos casos en hacerlo, y al haber más diagnósticos, en consecuencia, aumentar las listas de espera quirúrgica. Además contra toda lógica de prioridades la Atención Primaria y la Salud Pública siguen siendo las grandes desfavorecidas.
Mientras se proyecta, el personal sanitario, verdadero sostén del Sistema, se desmotiva, se descorazona día a día ante el incumplimiento de promesas; siguen las horas Paulinas, nada efectivas, hay 351 plazas de médicos y farmacéuticos sin cubrir, se tiene que atender deficientemente a los pacientes ante la sobrecarga del personal, no se cubren plantillas mínimas, no se cubren bajas y vacaciones etc., etc. Podríamos hablar de la diferencia de medios humanos y materiales entre las dos provincias sin querer entrar para nada en ningún “pleito insular”, habría que hablar del déficit de cuidados paliativos, el déficit de camas de media y larga estancia, del cierre de camas y de los muchos temas pendientes, pero solo queremos llevar a la reflexión sobre el hecho de que en lo fundamental la Sanidad sigue sin funcionar.
La transparencia de la que tanto se habló, aun está por verse, siguen sin publicar los datos de las demoras de pruebas y consultas de especialistas, que en algunos casos superan los 3 años y subiendo, no se aclara la relación con la medicina privada a través de los conciertos, ni se dice claramente que muchas de las propuestas no se realizarán o tardarán años por una falta de compromiso del Gobierno en su financiación.
En conclusión, en este año hemos visto muchos diagnósticos de situación, muchas ideas; pero se echa en falta el diálogo con los profesionales y la sociedad, una política de personal que acabe con el déficit de profesionales, un compromiso de financiación suficiente por parte del Gobierno y una nueva Ley de Salud y Sanidad. Si bien se ha visto un tímido avance, fundamentalmente en la predisposición, respecto a anteriores titulares de la Consejería de Sanidad, seguimos con los mismos problemas básicos. Por eso exigimos, por el bien de la salud de nuestra población, más hechos y menos palabras.
Canarias a 21 de julio de 2016
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias
No hay comentarios:
Publicar un comentario