No es infrecuente que a la consulta vengan pacientes acatarrados que
tienen la misma sensación "de tener los oídos taponados" que cuando han
volado en avión, se encuentran muy molestos e incluso han visto
disminuida ligeramente su audición.
Al explorar al paciente, no solemos encontrar grandes hallazgos, ni
siquiera en el conducto auditivo externo. Y es que cuando esto ocurre,
el problema suele estar en el oído medio (por detrás del tímpano) y en
la trompa de Eustaquio (conducto que comunica el oído medio con la
nasofaringe o garganta).
¿Y cuál es ese problema?
El sonido entra por el oído externo y hace vibrar al tímpano para que lo
transmita, por una serie de mecanismos, al cerebro y lo interprete.
El tímpano puede vibrar libremente gracias a que existe una cavidad
detrás de él (la llamamos oído medio), donde hay una presión similar a
la presión exterior (que es la que hay en el conducto auditivo externo) y
aunque está recubierta de una capa mucosa, se encuentra libre de moco.
Si la presión del oído medio por alguna razón cambia, o el moco se
acumula en grandes cantidades, el tímpano se tensa y deja de vibrar
bien, lo que da una sensación de taponamiento.
Para conseguir que el tímpano vibre con normalidad, afortunadamente
contamos con las trompas de Eustaquio, que al comunicar el oído medio
con la nasofaringe, logran mantener la presión del oído medio igualada a
la del exterior y además consiguen mantanaerlo limpio de moco, drenando
el que se produce hacia la nasofaringe.
En el caso de subir a un avión, como en las alturas puede haber una
disminución de la presión atmosférica, el gas del oído medio tiende a
expandirse, provocando que el tímpano no pueda vibrar bien y nos da una
sensación de taponamiento hasta que la trompa de Eustaquio consigue
equiparar ambas presiones. A veces necesitamos bostezar o tragar para
ayudar a las trompas que se abran y regulen antes las presiones.
En el caso de un catarro, el problema viene por la inflamación de la
mucosa y la producción en exceso de moco, que por un lado inflama a la
trompa de Eustaquio, haciendo más estrecho su calibre, y por otro la
tapona con el moco, haciendo más dificultoso su drenaje. Todo esto
provoca aumento de presión dentro del oído medio que dificulta la
vibración del tímpano y provoca la sensación de taponamiento similar a
la que producía el cambio de presiones en el avión. Sin embargo, aquí ya
no será suficiente con bostezar o tragar para conseguir oír con
normalidad. Aquí necesitaremos eliminar el moco y bajar la inflamación
de la trompa. Además corre prisa hacerlo, puesto que si ese moco se
sobreinfecta con alguna bacteria, podría acabar provocando una otitis
media y precisar atención médica.
Por tanto, recomendaciones ante un cuadro catarral que curse con sensación de taponamiento de oídos:
- Beber muchísimo agua, puesto que es el mejor mucolítico.
- Hacer lavados nasales con agua de mar o suero fisiológico, varias veces al día.
- Algún antiinflamatorio (si no lo tiene contraindicado) de tipo Ibuprofeno.
- Consultar con su médico cuando, además del taponamiento comenzara con intenso dolor, sangrado, fiebre o mala evolución.
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