lunes, 12 de noviembre de 2018

PAPPS. Jóvenes y alcohol (1): los datos.

"El consumo de alcohol en adolescentes tiene importantes consecuencias para la salud. La iniciación temprana, el consumo frecuente y la embriaguez, se asocian con consecuencias negativas sociales, psicológicas y físicas para la salud. Más específicamente, la embriaguez se ha asociado con consecuencias adversas como lesiones fatales y no fatales, comas, intentos de suicidio, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, fracaso escolar y violencia. Además, el consumo de alcohol está vinculado a muchas de las principales causas de muerte entre los adolescentes, incluidos los accidentes de tráfico, el suicidio y las lesiones involuntarias.
El cerebro del adolescente es particularmente vulnerable a los efectos del alcohol, que altera su estructura y función. Consumir alcohol en la adolescencia puede aumentar la probabilidad de tener problemas de salud mental y neuro cognitivos a corto y largo plazo. La iniciación precoz del consumo de alcohol en adolescentes puede aumentar el riesgo de dependencia del alcohol más adelante en la vida y se asocia con más trastornos mentales y problemas sociales futuros. Estudios recientes han demostrado  efectos perjudiciales del consumo temprano en el desarrollo del cerebro, que están asociados con mayores dificultades para aprender. La investigación también ha demostrado que retrasar la edad a la que los jóvenes toman su primera bebida disminuye el riesgo de convertirse en bebedores problemáticos más adelante en la vida".
Este es un resumen de los peligros del consumo de alcohol en adolescentes del reciente publicado documento de la OMS Adolescent alcohol-related behaviours: trends and inequalities in the WHO European Region,2002–2014 (2018). El informe nos dice que los adolescentes europeos beben menos, aunque los niveles de consumo de alcohol siguen siendo peligrosamente altos (ver nota prensa):

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