En diversas ocasiones hemos hablado de la relación entre la actividad
física (AF) y la morbimortalidad cardiovascular (CV). Su relación viene
de lejos desde que en el 1953 J N Morris et al observaron como la angina
de pecho era más frecuente entre los conductores de autobús que entre
los trabajadores de otras profesiones. El estado sedente según diversos metaanálisis como el de Rezende LF et al en los países occidentales, o el de (Ekelund U et al) ya más reciente (2016) es causa de mortalidad por cualquier causa (MCC).
Según este último (16 estudios y 1.005.791 individuos) comparando con
el grupo que habitualmente estaba sentado menos de 4 horas al día con
una AF (más de 35,5 MET por hora y semana*) las tasas de MCC fueron
entre un 12-59% mayores entre los grupos de menor actividad. Sin
embargo, no aumentó la MCC en aquellos sentados más de 8 horas al día si
su AF fue mayor de 35,5 MET por hora y semana de actividad y en sentido
contrario, aquellos sentados menos de 4 horas al día pero con menor AF
(menos de 2,5 MET por hora y semana) aumentaron su MCC (HR 1,27).
Según este estudio la AF compensaría le riesgo de permanecer sentado.
Sin embargo, estos metaanálisis están hechos a partir de encuesta
autoadministradas a la personas analizadas lo que no permite valorar con
suficiente precisión la AF ligera (1,5-3 MET) o la actividad habitual.
De ahí que es interesante analizar estudios realizados de manera
prospectiva que midan la AF mediante un acelerómetro y con ello analizar
la AF ligera.
El estudio
Objectively Measured Physical Activity and Cardiovascular Health
(OPACH) que comentamos evalúa de manera prospectiva la AF ligera (las
actividades diarias) sobre el riesgo de mortalidad cardiovascular (MCV) y
coronaria en diversas cohortes de mujeres mayores entre marzo del 2012 y
abril del 2014, según la AF fuera moderada o intensa y su asociación
con el riesgo de ECV y coronaria.
El OPACH es un estudio con el complementar el clasico Women’s Health
Initiative (WHI), un estudio clásico en mujeres postmenopáusicas y
enfermedad crónica. En el OPACH se estudiaron a 5861 mujeres (edad
media de 78,5 años) captadas entre el 2012-2014 durante más de 4,91
años. Se utilizaron acelerómetros 24 horas al día durante 7 días con los
que medir la AF ligera. Estos datos se analizaron mediante un modelo de
regresión aleatorio proporcional y se estimaron las tasas de riesgo
(hazard ratio -HR) según eventos cardiovasculares (EvCV) y coronaria
según AF ligera clasificada en cuartiles y ajustada según los posibles
factores confusores.
La AF ligera se analizó como una variable continua con o sin un ajuste
de la AF moderada o intensa que hiciera el individuo (deporte,…).
Según ésto.
En el tiempo estudiado se detectaron 143 EvCv y 570 eventos coronarios.
Los HR de eventos coronarios entre el más alto (más de 5,6 horas
diarias) y más bajo cuartil (menos de 3,9 horas diarias) de AF ligera
fue de 0,42 (IC 95% 0,25-0,70; con una p por tendencia inferior a
0,001) y tras ajustarlo por diferentes variables confusoras (tabaquismo,
alcohol, comorbilidad…) de 0,58 (IC 95% 0,34-0,99; p por tendencia
inferior a 0,004). En cuanto a los EvCV el HR entre el más alto y más
bajo cuartil de AF ligera fue de 0,63 (IC 95% 0,49-0,81; p por
tendencia inferior a 0,001) y de 0,78 (IC 95% 0,60-1,00; p por tendencia
igual a 0,004).
Así se concluye que en mujeres postmenopáusicas el más alto cuartil
de AF ligera se asoció con un 42% menor riesgo de IAM o de muerte
coronaria y un 22% menor riesgo de EvCV comparados con el menor cuartil
de AF ligera. Unas reducciones de riesgo que persisten tras ajustar los
valores según condiciones sociodemográficas, comportamientos y estado de
salud, así como con la AF moderada o intensa.
Estos datos fundamentan que la AF de nuestra actividad diaria tiene un
importante papel en la prevención de la enfermedad coronaria y de la ECV
de la mujer mayor. Esto quiere decir que actividades menores, como
jardineria, limpieza,… del hogar, tendrían una traducción en el riesgo
de presentar ECV. Y es que aún que no lo parezca dedicamos entre 0,6 a
10,3 horas diarias a estos quehaceres, según este estudio.
LaCroix
AZ, Bellettiere J1,, Rillamas-Sun E, Di C, Evenson KR, Lewis CE,
Buchner DM, Stefanick ML, Lee IM, Rosenberg DE, LaMonte MJ; Women’s
Health Initiative (WHI). Association of Light Physical Activity Measured
by Accelerometry and Incidence of Coronary Heart Disease and
Cardiovascular Disease in Older Women. JAMA Netw Open. 2019 Mar
1;2(3):e190419. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2019.0419.
Norra MacReady. Light Activity Lowers Cardiovascular Risk in Older Women. Medscape March 19, 2019
Ekelund U,
Steene-Johannessen J, Brown WJ, Fagerland MW, Owen N, Powell KE, Bauman
A, Lee IM; Lancet Physical Activity Series 2 Executive Committe; Lancet
Sedentary Behaviour Working Group.Does physical activity attenuate, or
even eliminate, the detrimental association of sitting time with
mortality? A harmonised meta-analysis of data from more than 1 million
men and women. Lancet. 2016 Jul 27. pii: S0140-6736(16)30370-1. doi:
10.1016/S0140-6736(16)30370-1. [Epub ahead of print]
Rezende LF, Sá
TH, Mielke GI, Viscondi JY, Rey-López JP, Garcia LM. All-Cause Mortality
Attributable to Sitting Time: Analysis of 54 Countries Worldwide. Am J
Prev Med. 2016 Aug;51(2):253-63. doi: 10.1016/j.amepre.2016.01.022. Epub
2016 Mar 23.
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