Un grupo de investigadores en
farmacoepidemiología del Servicio Navarro de Salud (SNS) ha publicado
dos artículos en la revista médica British Medical Journal (open
access), en los que cuestionan la eficacia de los bifosfonatos en la
prevención de fracturas de cadera y fracturas atípicas de fémur
(subtrocánter y diáfisis) y proponen reevaluar su uso.
Los fármacos a los que hace referencia el estudio son los más
utilizados hasta ahora en todo el mundo para la prevención de la
osteoporosis y fracturas óseas, según ha informado en una nota el
Gobierno de Navarra, que ha precisado que los nombres genéricos más
conocidos son alendronato, risedronato e ibandronato y las marcas
prescritas con mayor frecuencia, Fosamax, Fosavance, Actonel, Acrel,
Miosen, Bonviva, Bondenza o Bondronat.
El SNS analizaba este aspecto desde 2009, cuando la Agencia
Española del Medicamento publicó una alerta sobre los riesgos
potenciales de utilizar esos medicamentos a largo plazo y se redujo en
gran medida el número de pacientes tratados con ellos.
El objetivo era evaluar si el uso de estos medicamentos reduce la
incidencia de fracturas de cadera y de fémur atípicas (subtrocánter y
diáfisis) en mujeres mayores de 65 años en condiciones de uso habitual.
Para ello, se seleccionaron más de 2.000 casos de mujeres con
fractura de cadera y se compararon con más de 10.000 mujeres sin
fractura de cadera. Se estudió el uso de bisfosfonatos en ambos grupos,
así como la presencia de otros factores que pueden influir en la
enfermedad.
La conclusión del estudio es que no se observó que estos
medicamentos sean eficaces en la prevención de fracturas de cadera. A
partir del tercer año desde el inicio del tratamiento, el riesgo de
fractura de cadera podría ser mayor entre las mujeres que toman estos
medicamentos respecto a las que nunca los tomaron. En lo que se refiere a
las fracturas de cadera atípicas (subtrocánter y diáfisis), el riesgo
era cuatro veces superior en las mujeres que tomaron estos medicamentos.
Los autores del estudio y de los artículos publicados son Juan
Erviti López; Javier Gorricho Mendívil y Antonio López Andrés (Servicio
Navarro de Salud); el bioestadístico Álvaro Alonso (Universidad de
Minnesota - EEUU); y Francisco de Abajo, Miguel Gil, Julia Timoner y
Consuelo Huerta (de la Agencia Española del Medicamento, en el artículo
de fracturas de subtrocánter y diáfisis).
Los estudios contaron con financiación del Ministerio de Sanidad y
se realizaron con las historias clínicas contenidas en la base de datos
de la Agencia Española del Medicamento (BIFAP), que en estos momentos
cuenta con información clínicas de unos 5 millones de paciente
No hay comentarios:
Publicar un comentario