Recomendaciones de la Canadian Task Force on Preventive Health Care (CTFPHC) para el cribado de la diabetes tipo 2 en el adulto
Los dos acontecimientos que han modificado el concepto de prevención secundaria de la diabetes tipo 2 (DM2), fueron, en mi opinión, la creación en el 2002 de la definición de pre-diabetes, o de aquellos individuos con alto riesgo de convertirse en DM2, y la introducción de la hemoglobina glicada (HbA1c) como manera de conocer la glucemia media de los 2-3 meses previos a la determinación de ésta y que este parámetro se introdujera en el diagnóstico de la DM2.
Por otro lado, el objetivo del cribado de la DM2, es el de la prevención de las complicaciones crónicas de la DM2, sean microvasculares (retinopatía, nefropatía, neuropatía) o macrovasculares (accidente vásculocerebral, infarto de miocardio).
El documento que comentamos es una actualización de uno anterior del 2005 del CTFPHC referente a las recomendaciones para el cribado de la DM2 en adultos asintomáticos, de manera que no es de aplicación en individuos con síntomas de DM2 o con riesgo de diabetes tipo 1 (DM1). Para dar estas recomendaciones la CTFPHC se planteó una serie de preguntas que contestó mediante una metodología de búsqueda de la evidencia (revisión sistemática) aplicando grados de evidencia a las recomendaciones según el sistema del Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation (GRADE).
Las recomendaciones se dividen según el individuo tenga, bajo, moderado, alto, o muy alto riesgo de debutar como DM2. Definen alto riesgo o muy alto riesgo según la escala de FINDRISC (Finnish Diabetes Risk Score), encontrándose el umbral cuando se supera la puntuación de 15.
En esta GPC, se habla de las distintas ecuaciones de riesgo, y se compara la FINDRISC con el Canadian Diabetes Risk Assessment Questionnaire (CANRISK), aunque se prefiere a la primera, dado en la actualidad está más validada, y dejando a la segunda como una alternativa a ésta.
En los individuos de bajo o moderado riesgo (determinado por alguna ecuación validada de riesgo), no se recomienda el cribado rutinario de la DM2, aunque existe poca evidencia al respecto, pues no influye , o no existen pruebas de que influya ésta en los resultados intermedios o finales de las complicaciones de la DM2. Si bien es cierto que modelos simulados (hemos comentado alguno al respecto) han mostrado su costeefectividad al respecto en adultos que empezaron el cribado entre los 30-45 años y que en estos los efectos secundarios serían mínimos (ansiedad...). Con todo, el problema del cribado innecesario es el riesgo potencial de sobrediagnóstico.
En los adultos de alto riesgo se recomienda un cribado rutinario cada 3-5 años mediante la HbA1c, aunque esta práctica también tenga pocas evidencias a nivel macrovascular. Del mismo modo, modelos recientes sugieren beneficios claros del cribado en aquellos individuos de alto riesgo. En cuanto a la frecuencia del cribado tampoco existen estudios al respecto, aunque los modelos muestran los mismos beneficios a los 3 como a los 5 años de hacer el cribado.
En los individuos de muy alto riesgo se recomienda un cribado de la DM2 anualmente con HbA1c. Con esta frecuencia modelos simulados muestran descensos en las complicaciones microvasculares. Sin embargo, estos potenciales beneficios chocan con el riesgo de dar resultados falsos positivos al ser el cribado muy frecuente.
Una GPC muy interesante.
Health Care, Pottie K, Jaramillo A, Lewin G, Dickinson J, Bell N, Brauer P, Dunfield L, Joffres M, Singh H, Tonelli M. Recommendations on screening for type 2 diabetes in adults. Canadian Task Force on Preventive. CMAJ. 2012 Oct 16;184(15):1687-96. doi: 10.1503/cmaj.120732.
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