lunes, 30 de junio de 2014

DICAF. Diabetes gestacional.

Diabetes Care 2014; 37; (Supp 1): S14-80 - SURF med Guidelines Innere Medizin der Schweiz . 3.Aufl. - update2014: D&F; 2014 - Brochüre - Schwangerschaftsdiabetes/ Brochure Le diabète gestationnel, 01.04.2013:Schweiz. Diabetes Gesellschaft/Assoc. Suisse du diabète - Revue Médicale Suisse 2011; (298): 1250 - Pharma-kritik 2011; 32 (16/17/2010): 66-68 - Schaefer C. et al.: Arzneimittel in Schwangerschaft und Stillzeit. 8.Aufl.: Urban und Fischer; 2012 - Deutsche Diabetes Gesellschaft, 2011: Gestationsdiabetes Evidenzbasierte Leitlinie..08/2011
La diabetes gestacional es una de las complicaciones más comunes del embarazo y supone un riesgos tanto para la madre como para el bebé. El principal tratamiento para tratar esta afectación es la dieta y si no es suficiente, la terapia con insulina. En todos los embarazos, se recomienda realizar una monitorización de la glucosa en sangre para evaluar la posible existerncia de diabetes gestacional.
Durante la segunda mitad de la gestación la unidad feto placentaria tiene mayor necesidad de sustratos como glucosa y aminoácidos, esto lleva a que el metabolismo materno cambie disminuyendo la utilización de estos sustratos que deben ser transferidos al feto. La necesidad de  ahorro de glucosa por parte los tejidos maternos, da lugar a una disminución natural a la tolerancia a la glucosa y a aumentar la relación insulina/glucagón en ayunas. Por lo general la tolerancia a la glucosa se mantiene entre límites normales, pero en determinadas situaciones  sí se sobrepasan los valores de normalidad estándar, dando lugar a lo que se conoce como diabetes gestacional (DG). Intervienen en la génesis de esta resistencia a la insulina, hormonas del embarazo como el lactógeno placentario y el aumento de progesterona, estrógenos y cortisol libre que podrían jugar un papel importante induciendo efectos antagonistas de la acción de la insulina. De esta manera los niveles basales de insulina aumentan gradualmente en el embarazo hacia el final de la gestación siendo su niveles en ayuno casi el doble que en individuos control. Este aumento se produce por una mayor secreción pancreática y no por disminución en su degradación. La glucosa aumentada pasa libremente al feto pero no la insulina, por lo que el feto comienza a producir mayor cantidad de insulina propia para tratar de mantener su propio equilibrio de la glucosa. Este   exceso de insulina en el feto, tiene como principales efecto que almacene más grasa ,  crezca más que lo normal y que una vez nacido, al interrumpirse los niveles altos de azúcar provenientes de la madre y con unos niveles de insulina aumentados, se pueda producir situaciones  hipoglicemia neonatal, que de no tener tratamiento rápido y adecuado pueden llegar a  producir trastornos neurológicos grabes. La diabetes gestacional es una de las complicaciones más comunes del embarazo  y su prevalencia (alrededor del 10 por ciento de todos los embarazos en España) va en aumento. En el 90% de las mujeres afectadas, el trastorno desaparece después del parto.
Las situaciones de  DG implican  riesgos tanto para la madre (mayor incidencia de preeclampsia y  cesárea)  como para el hijo (macrosomía – peso del recien acido > 4 kg-, distocia de hombro, parálisis del plexo branquial, hipoglucemia neonatal, hiperbilirrubinemia, ...). Entre los principales factores de riesgo se destacan: IMC de la madre >30Kg/m2; antecedentes de alumbramiento de bebés macrosómicos; presencia de determinadas enfermedades en embarazos previos; parientes de primer grado afectados de diabetes; origen africano, asiático o sudamericano de la madre.
Como norma se recomienda que todas las mujeres realicen una prueba de tolerancia a la glucosa entre la semana 24 y 28 de embarazo. En esta prueba se suministra a la madre 75 gr de glucosa oral y se determinan los niveles de glucosa en sangre antes de la ingesta, una hora después y dos horas después. Serán signos de presencia de DG valores iguales o superiores a los siguientes:  ayuno 92mg/dl (5.1 mmol / l),  1h 180 mg / dl (10.0 mmol / l); 2h 153 mg / dl (8.5 mmol / l). La sola presencia de un valor anormal ya es suficiente para diagnosticar diabetes gestacional.
El tratamiento inicial,  y la mayor parte de las veces suficiente si los valores medidos de glucosa están cerca de los valores límite, se basa en un cambio de estilo de vida en relación a   dieta y   ejercicio. Como principales medidas dietéticas se  incluyen comidas divididas y, en caso de sobrepeso, reducir ligeramente el consumo calórico. En cuanto a ejercicio se recomienda paseos diarios de al menos entre 30 minutos y una hora.
Si la dieta y el ejercicio no son suficientes para alcanzar los objetivos glucémicos, debe iniciarse  un tratamiento con insulina.  En cuanto al uso de  agentes antidiabéticos orales, la metformina y la glibenclamida fueron objeto de estudios aleatorizados en mujeres embarazadas.  Algunos expertos creen que los datos no son lo suficientemente consistentes  y recomiendan cautela con estos tratamientos. Otros expertos creen que la metformina se puede considerar como una alternativa a la insulina pero sólo cuando exista imposibilidad de uso de insulina. Aun así, países de nuestro entorno como  Suiza consideran contraindicado el uso de la metformina y la glibenclamida durante el embarazo.

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