Aunque en ocasiones olvidadas, la esteatosis hepática no alcohólica (NAFLD) y su forma evolucionada la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) son dos de las comorbilidades que acompañan a nuestros pacientes con diabetes tipo 2 (DM2) de manera nada insignificante. Como ya hemos comentado en otras ocasiones en este blog, en estos pacientes la prevalencia de NAFLD puede llegar a rondar el 30% de los mismos. Estas patologías inflamatorias abocan a la necrosis celular hepática, la fibrosis perilobular y en algunas ocasiones la cirrosis hepática.
El estudio que hoy comentamos es un ensayo clínico aleatorizado (ECA) en fase 2 y doble ciego sobre 320 pacientes con NASH y fibrosis (en estadio F1, F2 y F3) confirmada por biopsia. El ECA valora la eficacia y seguridad de semaglutida (SEMA) subcutáneo en pacientes con NASH y fibrosis. La elección de este agonista del péptido glucagon-like (aGLP-1) y su relación con la NASH no es un disparo en la oscuridad.; y es que liraglutida ya había demostrado en el estudio LEAN (Liraglutide Safety and Efficacy in Patients with NASH) una mejora en la hipertransaminasemia, en la reducción del hígado grado y en la resolución histológica de la NASH. Por ello, los investigadores, plantearon la posibilidad de que SEMA subcutáneo pudiera obtener unos beneficios similares al tener un mecanismo de acción semejante a liraglutida.
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