http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_149707.html
Los fármacos conllevan riesgos graves, y la mayoría de bebés y niños pequeños se recuperan con descanso y una atención adicional.
La mayoría de bebés y niños pequeños no necesitan medicamentos si tienen un resfriado, afirma la FDA.
Los medicamentos para el resfriado y la tos de venta libre no se deben administrar a los niños menores de dos años de edad porque podrían provocar efectos secundarios graves y potencialmente letales, advirtió la Agencia.
Los adultos estadounidenses sufren, en promedio, de unos tres resfriados al año, pero los niños los contraen con mayor frecuencia. Cuando los niños contraen un resfriado, quizá los padres deseen darles analgésicos, descongestionantes y otros fármacos, pero con frecuencia el mejor método es el descanso y la atención, señaló la FDA en un comunicado de prensa.
“Un resfriado es autolimitado, y los pacientes mejorarán solos en una semana o dos sin la necesidad de medicamentos. Los fármacos de venta libre pueden aliviar los síntomas de los niños más grandes, pero no cambian el progreso natural del resfriado ni hacen que desaparezca antes”, comentó en el comunicado de prensa la Dra. Amy Taylor, funcionaria médica de la División de Salud Pediátrica y Materna de la FDA.
Los antibióticos son inútiles porque tratan las infecciones bacterianas, y lo usual es que los resfriados sean causados por virus.
La tos es un síntoma normal de un resfriado, y en realidad provee ciertos beneficios, anotó Taylor. “La tos ayuda al cuerpo a eliminar el moco de las vías respiratorias y protege a los pulmones, de forma que no es deseable suprimir la tos del todo”, señaló.
Los tratamientos no farmacológicos para aliviar la tos en los niños con resfriado incluyen proveerles bastantes líquidos, sobre todo bebidas calientes para aliviar la garganta.
Aunque la mayoría de los niños con resfriados no necesitan consultar al médico, Taylor aconsejó que los padres deben llamar al médico si observan cualquiera de estos síntomas:
- Una fiebre en un bebé de dos meses o menos de edad, o una fiebre de 102 ºF (38.8 ºC) o más a cualquier edad.
- Señales de problemas para respirar, como un ensanchamiento de las fosas nasales con cada inspiración, respiración sibilante, respiración acelerada o que las costillas sobresalgan en cada respiración.
- Labios azulados, dolor de oído, no comer o beber, señales de deshidratación.
- Irritación o somnolencia excesivas, una tos que dure más de tres semanas, o que la afección empeore.
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