La insuficiencia cardíaca es una enfermedad progresiva que afecta la contracción y la relajación del corazón y que causa la muerte del 10% de los pacientes internados por esta causa. Considerada como una epidemia creciente en el mundo, la insuficiencia cardíaca debería ser diagnosticada antes de que genere síntomas graves, para mejorar la vida de los pacientes y disminuir los costos de las hospitalizaciones.
Los cardiólogos tienen puestas muchas esperanzas en ciertos compuestos químicos que se pueden identificar en la sangre de los pacientes y cuyos niveles puede dar una pista sobre los cambios en el funcionamiento del corazón que desembocarán en una insuficiencia cardíaca.
Un reciente estudio belga, publicado en la revista International Journal of Cardiology, precisamente investigó el poder predictivo de dosbiomarcadores que se encuentran en la sangre: la troponina T ultrasensible y el péptido natriurético cerebral.
La troponina ultrasensible (TnHs) es una proteína que se libera a la sangre cuando hay daño de las células del corazón. El péptido natriurético (conocido por sus siglas NT-proBNP) se libera cuando el corazón sufre un estiramiento, una alteración que se observa en las cavidades cardíacas ya en el comienzo de la insuficiencia cardíaca.
El estudio se desarrolló durante cinco años sobre 727 individuos de la ciudad de Leuven, Bélgica, que acudían a controles en un hospital universitario. A todos ellos se les realizaron análisis de sangre para evaluar los niveles de los dos marcadores (TnHS y NT-proBNP) y, también, se les hicieron ecocardiogramas.
Los cardiólogos belgas encontraron una asociación entre los niveles de los biomarcadores y ciertas alteraciones imperceptibles del corazón (por ejemplo, un agrandamiento de la aurícula izquierda y el engrosamiento del ventrículo izquierdo. Además, el nivel de estos biomarcadores les permitió establecer cuánto riesgo tiene una persona de desarrollar una insuficiencia cardíaca a futuro.
Una crítica que recibió este estudio fue que los ecocardiogramas y los análisis de sangre se realizaron sólo una vez en cada individuo. De todos modos, sus resultados auguran que los valores de estos biomarcadores se podrán usar rutinariamente en el mediano plazo para hacer un seguimiento de los pacientes que tienen riesgo de insuficiencia cardíaca.
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