viernes, 7 de marzo de 2025

Levosimendan, una prometedora farmacoterapia.

https://www.ecrjournal.com/

✅El levosimendan es un sensibilizador del calcio y un abridor de canales de potasio dependiente del trifosfato de adenosina (K+ATP ) que mejora la contractilidad miocárdica sin aumentar significativamente los niveles intracelulares de calcio y la demanda de oxígeno.

✅A diferencia de los inotrópicos tradicionales, el levosimendan mejora la sensibilidad de la troponina C cardíaca (cTnC) al calcio, lo que produce un efecto inotrópico positivo. ✅Además, su acción vasodilatadora (iPDE3) reduce tanto la precarga como la poscarga, mejorando potencialmente el gasto cardíaco y reduciendo la carga de trabajo miocárdica. ✅El levosimendan también exhibe efectos antiinflamatorios y cardioprotectores, lo que ofrece ventajas sobre las terapias convencionales.



Tirzepatida para el tratamiento de la obesidad en pacientes con pre-diabetes (New England Journal of Medicine).

Reducción de peso y menor riesgo de progresión a DM2 comparado con placebo.

https://www.nejm.org/

La obesidad es una enfermedad crónica y precursora causal de una miríada de otras afecciones, incluida la diabetes tipo 2. En un análisis anterior del ensayo SURMOUNT-1, se demostró que la tirzepatida proporciona reducciones sustanciales y sostenidas en el peso corporal en personas con obesidad durante un período de 72 semanas. Aquí, informamos los resultados de seguridad a 3 años con tirzepatida y su eficacia para reducir el peso y retrasar la progresión a la diabetes tipo 2 en personas con obesidad y prediabetes.

Métodos

Realizamos un ensayo de fase 3, doble ciego, aleatorizado y controlado en el que 2539 participantes con obesidad, de los cuales 1032 también tenían prediabetes, fueron asignados en una proporción de 1:1:1:1 para recibir tirzepatida en una dosis semanal de 5 mg, 10 mg o 15 mg o placebo. El análisis actual involucró a los participantes con obesidad y prediabetes, que recibieron su dosis asignada de tirzepatida o placebo durante un total de 176 semanas, seguidas de un período de 17 semanas sin tratamiento. Los tres criterios de valoración secundarios clave, que se controlaron para detectar el error tipo I, fueron el cambio porcentual en el peso corporal desde el inicio hasta la semana 176 y el inicio de la diabetes tipo 2 durante los períodos de 176 semanas y 193 semanas.
Descargue un PDF del resumen de la investigación.

Resultados

A las 176 semanas, el cambio porcentual medio en el peso corporal entre los participantes que recibieron tirzepatida fue de -12,3% con la dosis de 5 mg, -18,7% con la dosis de 10 mg y -19,7% con la dosis de 15 mg, en comparación con -1,3% entre los que recibieron placebo (P<0,001 para todas las comparaciones con placebo). Menos participantes recibieron un diagnóstico de diabetes tipo 2 en los grupos de tirzepatida que en el grupo de placebo (1,3 vs. 13,3 %; cociente de riesgos instantáneos, 0,07; intervalo de confianza [IC] del 95 %, 0,0 a 0,1; P<0,001). Después de 17 semanas sin tratamiento o placebo, 2,4 % de los participantes que recibieron tirzepatida y 13,7 % de los que recibieron placebo tenían diabetes tipo 2 (cociente de riesgos instantáneos, 0,12; IC 95 %, 0,1 a 0,2; P<0,001). Aparte de la enfermedad por coronavirus 2019, los eventos adversos más comunes fueron gastrointestinales, la mayoría de los cuales fueron de gravedad leve a moderada y ocurrieron principalmente durante el período de aumento de dosis en las primeras 20 semanas del ensayo. No se identificaron nuevas señales de seguridad.

Conclusiones

Tres años de tratamiento con tirzepatida en personas con obesidad y prediabetes dieron como resultado una reducción de peso sustancial y sostenida y un riesgo marcadamente menor de progresión a diabetes tipo 2 que con placebo. 

(Cochrane) ¿Los antidepresivos son eficaces y seguros para tratar la ansiedad?.

 https://es.cochrane.org/es

La ansiedad y preocupación excesivas y continuas por cuestiones cotidianas se denomina trastorno de ansiedad generalizada.  Este trastorno, que es frecuente y afecta a las mujeres el doble que a los hombres, se puede tratar con psicoterapia y medicamentos, entre ellos los antidepresivos. La cuestión es ¿hasta qué punto los antidepresivos son eficaces y seguros para tratar la ansiedad?

Una revisión Cochrane aborda esta pregunta y te damos la respuesta breve (1), la respuesta en otros formatos (2) y la respuesta paso a paso (3):

(1) Respuesta breve

Los antidepresivos son considerablemente más eficaces que una pastilla falsa (placebo) para tratar la ansiedad y, además, tienen una aceptabilidad similar a la del placebo.

Además:

  • La evidencia científica es sólida y respalda el uso de los antidepresivos para tratar el trastorno de ansiedad generalizada, pero solo para las personas que no tienen además otras enfermedades.


(BMJ) Previsiones de prevalencia de la enfermedad de Parkinson y sus factores determinantes en 195 países y territorios hasta 2050.

 https://www.bmj.com

Objetivo Predecir la prevalencia mundial, regional y nacional de la enfermedad de Parkinson por edad, sexo, año e índice sociodemográfico hasta 2050 y cuantificar los factores que impulsan los cambios en los casos de enfermedad de Parkinson.

Diseño Estudio de modelización.

Fuente de datos Estudio de la Carga Mundial de Morbilidad 2021.

Principales medidas de resultados Número prevalente, prevalencia de la enfermedad de Parkinson en todas las edades y prevalencia estandarizada por edad en 2050, y cambio porcentual anual promedio de la prevalencia de 2021 a 2050; la contribución del envejecimiento de la población, el crecimiento de la población y los cambios en la prevalencia al crecimiento de los casos de enfermedad de Parkinson; fracciones atribuibles a la población por factores modificables.

Resultados Se proyectó que 25,2 millones de personas (intervalo de incertidumbre del 95%: 21,7 a 30,1) vivirían con la enfermedad de Parkinson en todo el mundo en 2050, lo que representa un aumento del 112% (intervalo de incertidumbre del 95%: 71% a 152%) con respecto a 2021. Se predijo que el envejecimiento de la población (89%) sería el principal contribuyente al crecimiento de los casos entre 2021 y 2050, seguido del crecimiento de la población (20%) y los cambios en la prevalencia (3%). Se pronosticó que la prevalencia de la enfermedad de Parkinson sería de 267 (230 a 320) casos por 100 000 en 2050, lo que indica un aumento significativo del 76 % (56 % a 125 %) con respecto a 2021, mientras que se predijo que la prevalencia estandarizada por edad sería de 216 (168 a 281) por 100 000, con un aumento del 55 % (50 % a 60 %) con respecto a 2021. Se proyectó que los países en la quinta mitad del Índice Sociodemográfico tendrían el mayor aumento porcentual en la prevalencia de la enfermedad de Parkinson en todas las edades (144%, 87% a 183%) y la prevalencia estandarizada por edad (91%, 82% a 101%) de la enfermedad de Parkinson entre 2021 y 2050. Entre las regiones con carga mundial de morbilidad, se prevé que Asia Oriental (10,9 (9,0 a 13,3) millones) tenga el mayor número de casos de enfermedad de Parkinson en 2050, y que África subsahariana occidental (292%, 266% a 362%) experimente el aumento más significativo con respecto a 2021. Se proyectó que el grupo de edad de ≥80 años tendría el mayor aumento en el número de casos de enfermedad de Parkinson (196%, 143% a 235%) de 2021 a 2050. Se prevé que la proporción de hombres y mujeres en la prevalencia estandarizada por edad de la enfermedad de Parkinson aumente de 1,46 en 2021 a 1,64 en 2050 en todo el mundo.

Conclusiones Para el año 2050, la enfermedad de Parkinson se habrá convertido en un mayor desafío de salud pública para los pacientes, sus familias, los cuidadores, las comunidades y la sociedad. Se espera que la tendencia al alza sea más pronunciada entre los países con un índice sociodemográfico medio, en la región de Asia oriental sobre la carga mundial de morbilidad y entre los hombres. Esta proyección podría servir como ayuda para promover la investigación en salud, informar las decisiones de política y asignar recursos.

jueves, 6 de marzo de 2025

SEMI. Médicos internistas piden que la obesidad sea reconocida como una dolencia crónica que precisa sus rutas asistenciales y atención integral personalizada.

 Los médicos internistas piden que la obesidad sea reconocida, de una vez por todas, como una enfermedad crónica, compleja y recidivante, basada en un exceso de adiposidad, que desencadena diversas enfermedades graves. Las personas que conviven con ella merecen ser diagnosticadas y tratadas de forma integral y multidisciplinar, con todos los recursos humanos y materiales necesarios en función del estadio de su enfermedad. Es necesaria la implementación de rutas asistenciales propias, que les garanticen una atención justa y equitativa. La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) incide en este mensaje, que ha reclamado en sucesivas ocasiones, con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra este 4 de marzo.

“Ha llegado la hora de reaccionar ante la obesidad, que debe ser reconocida como lo que es: una enfermedad crónica, compleja y recidivante. Como sociedad y sistema sanitario, hemos de dejar de mirar hacia otro lado y ofrecer a las personas el acompañamiento y la atención integral, multidisciplinar, de calidad y personalizada que merecen”, destaca el Dr. Alfredo Michán, coordinador del Grupo de Trabajo sobre Obesidad, Diabetes y Nutrición (DON) de la SEMI.

La obesidad se debe definir, como indica la nueva definición de The Lancet, como el exceso de adiposidad, con o sin alteraciones en la función y distribución del tejido adiposo, por causas multifactoriales no siempre conocidas. Para diagnosticarla ya no basta el índice de masa corporal (IMC), que lleva a subestimar o sobreestimar los diagnósticos.

Son necesarios otros criterios, más sensibles y específicos para lo que buscamos, valorar el exceso de adiposidad: la medición directa de la grasa corporal, cuando sea posible; al menos un criterio antropométrico (como medir la circunferencia de la cintura o la relación cintura-cadera), usando puntos de corte validados por edad, género o etnia; y asumir directamente el exceso de adiposidad, sin confirmación adicional, en los casos de un IMC >40 kg/m². Además, para diagnosticar la obesidad clínica, debe haber una reducción de la función de los órganos o tejidos, (como la apnea del sueño, la enfermedad renal, la artrosis o la insuficiencia cardiaca), y/o limitaciones significativas en las actividades básicas de la vida diaria, como tener dificultades de movilidad, en el aseo, vestimenta o la alimentación.

Un problema “de peso” en España

La prevalencia de la obesidad en España crece de forma ininterrumpida desde 1980 y se estima que afecta al 23,8% de la población adulta, según un informe de la Región Europea de la OMS. Esto significa que 1 de cada 4 personas adultas en España viven con obesidad. Asimismo, más del 60% de la población tiene sobrepeso, según el estudio OBEMI.

El 40% de las personas con obesidad no son diagnosticadas y menos del 20% están recibiendo medicación con evidencia científica, según datos de la SEMI, lo que pone en evidencia el estigma sanitario hacia las personas con obesidad, tanto a la hora del diagnóstico como en el tratamiento recibido.  

La obesidad se asocia a otros problemas de salud importantes como la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, así como enfermedades finales asociadas tan graves como la enfermedad cardiovascular, la enfermedad metabólica hepática, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular y la apnea del sueño, la nefropatía por obesidad y la artrosis.

Este abordaje desde las complicaciones finales asociadas a la obesidad es el que defiende el grupo DON de la SEMI, recientemente resumido en su infografía de la obesidad y sus comorbilidades.

Además, en estos momentos, el grupo DON está promoviendo una segunda parte del registro ROFEMI para agrupar en fenotipos clínicos a las personas con obesidad que atienden más frecuentemente los internistas. El papel del internista, como especialista integral, debe ser no solo diagnosticar la obesidad en las personas que atendemos en consultas, sino estadificarlas en función de todas las comorbilidades o complicaciones que asocian y definir y consensuar un objetivo de peso que le ofrezca la máxima salud siempre en forma de perdida de adiposidad.

La obesidad no es una enfermedad moral

La SEMI también quiere llamar la atención sobre el estigma, prejuicios y error conceptual que sigue “pesando” sobre la obesidad, ya que “la obesidad no es un vicio ni una enfermedad moral y, por supuesto, no es una elección de los pacientes”, señala la Guía Giro (Guía española del manejo Integral y multidisciplinaR de la Obesidad en personas adultas). Aun así, la narrativa dominante la relaciona con una falta de voluntad del paciente, la culpa y la baja autoestima. El estigma sanitario, tendente a utilizar un lenguaje y una conducta culpabilizadores sobre el peso,  conduce a que las personas no consulten su problema de peso, eviten tratarse y participar en el sistema sanitario.

Por lo tanto los internistas abogamos por disponer de buenas armas para luchar contra la obesidad: armas para un correcto diagnóstico y estadificación; armas para un tratamiento óptimo, equitativo y personalizado, que no culpabilice a la persona con obesidad y que le permita obtener un peso saludable.

Desde el grupo se ha lanzado con motivo de este 4 de marzo una serie de vídeos cortos para sensibilizar sobre la obesidad. Se pueden consultar en esta lista de reproducción:

https://youtube.com/playlist?list=PL53EY3cIAJrRVsyT8E91RwueNkSDs6xfu&feature=shared