Y creo que es también lo que podemos exigir. Los políticos a gestionar, los periodistas a informar y nosotros a atender a los pacientes. Todos con ciencia, sensatez, transparencia...
Lo mejor que he leído hasta ahora es esta entrada de Sano y Salvo donde se explica claramente que lo que ha permitido que finalmente la auxiliar esté infectada es una cadena de fallos que debe ser analizada y no utilizarse como arma arrojadiza.
Algunos extractos:
La primera barrera o defensa del sistema es la organizativa,
la segunda la supervisión, la tercera las condiciones inseguras y la cuarta los
actos inseguros. Sistemas seguros minimizan el riesgo de daño incluso aunque
haya fallos en alguna de las defensas, ya que las otras lo impiden.
Son precisas medidas urgentes de dotación y de
entrenamiento personalizado para poder hace frente desde la entrada al sistema
a los retos que el Ébola plantea. Pero además, va a ser necesaria un reinversión
en aspectos que nos han hecho más vulnerables a epidemias y menos capaces de
garantizar la salud de los ciudadanos. Reinversión que, para no comprometer la
sostenibilidad del sistema, debería ir de la mano de la desinversión en otras
prestaciones de dudosa o negativa relación en su balance de riesgos y
beneficios.
Ernesto Barrera ha puesto a nuestra disposición información exhaustiva sobre el Ébola aquí.
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