jueves, 18 de noviembre de 2021

Aplicación práctica de las guías ESC 2021: novedades.

https://www.univadis.es/viewarticle/

Sin duda, una de las grandes novedades de este año ha sido la actualización de las Guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC 2021) con grandes y numerosos cambios en todas las subespecialidades de cardiología.

Por su importancia y relevancia, durante el congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) 2021 de la Salud Cardiovascular, celebrado en Zaragoza se dedicó una sesión a la aplicación clínica de las Guías ESC 2021, que hemos querido resumir. Pero como bien indica el Dr. José Luis Ferreiro, cardiólogo del Hospital de Bellvitge de Barcelona, presidente del Comité de Guías de Práctica Clínica de la Sociedad Española de Cardiología y moderador de la sesión, “las guías son cada vez más extensas, algunas de ellas superan ampliamente las 100 páginas y tienen muchísimas referencias, por lo que seleccionar una o dos novedades es complicado”. Con su ayuda hemos intentado seleccionar lo más interesante.

Valvulopatías

En este ámbito, el Dr. Ferreiro destaca que las nuevas guías sobre el manejo de las enfermedades valvulares “reflejan la relevancia que están adquiriendo las técnicas de imagen para la toma de decisiones, así como el papel cada vez más importante del tratamiento percutáneo transcatéter de determinadas valvulopatías; además, cabe resaltar el intento encomiable de diseñar algoritmos de tratamiento para intentar seleccionar los pacientes que se benefician más de una cirugía abierta o de un tratamiento percutáneo, lo que es un avance para individualizar las terapias”.

Estimulación cardiaca

Respecto a la estimulación cardiaca, “se incide mucho en la importancia de monitorizar al paciente tras el implante de un dispositivo, que es un aspecto muy relevante”. El especialista destacó dos temas: los nuevos marcapasos sin cables y la introducción de nuevas formas de estimulación más fisiológicas.

“Estamos por ver cuál será el máximo potencial de estos nuevos dispositivos, pero es algo que ha llegado para quedarse y posiblemente en los próximos años veremos que va a ir aumentando su indicación. Es un aspecto importante porque evidentemente se disminuyen las complicaciones derivadas de los cables”, añade el Dr. Ferreiro.

El uso de las nuevas formas de estimulación “aún está por explorar y habrá que comprobar su eficacia a largo plazo y en qué pacientes esta estimulación va a ser útil”.

Prevención cardiovascular

En este campo, hay una novedad importante que es una nueva escala de riesgo para aquellos pacientes que todavía no han tenido un evento (personas aparentemente sanas) para estimar su riesgo cardiovascular. “La escala SCORE2 supone un avance respecto a las anteriores clasificaciones e incluye la predicción de mortalidad y morbilidad en 10 años para pacientes menores de 70 años, debiendo usar la escalar SCORE2-OP para mayores de 70 años. Pero creo que el aspecto más importante de las nuevas guías es que se incide mucho en la importancia de la rehabilitación cardiaca dentro de la prevención secundaria. No hay duda de que tenemos que hacer más programas de rehabilitación para nuestros pacientes, además de controlar mejor los factores de riesgo incluyendo el aumento del ejercicio físico”.

Insuficiencia cardiaca

Una de las novedades más esperadas de la actualización de las guías ESC 2021 de insuficiencia cardiaca son las recomendaciones en el tratamiento del paciente con insuficiencia cardiaca con fracción de eyección reducida. Como señala el Dr. Ferreiro “se especifica muy bien cuáles son los cuatro pilares del tratamiento farmacológico desde el inicio (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina [IECA]/inhibidores del receptor de angiotensina-neprilisina [ARNI], betabloqueantes, antagonistas del receptor mineralocorticoide e inhibidores del cotransportador de sodio/glucosa 2 [iSGLT2]) y a diferencia de lo que se recomendaba anteriormente de una introducción progresiva de estos fármacos, lo que ahora se propone es introducirlos todos de la forma más precoz ya que se ha comprobado que mejora la evolución de los pacientes”. 

Esta nueva indicación supone un cambio importante en la práctica clínica “porque hasta ahora se hacía en muchas ocasiones de una manera escalonada, introduciendo primero un fármaco y, tras titularlo, incorporar otro y así sucesivamente; lo que ahora se propone es que se introduzcan de la manera más precoz posible todos, incluso a dosis bajas, y de esta manera conseguir mejorar la evolución y el pronóstico de los pacientes”.

“Se recomienda hacerlo, pero lo difícil es saber cómo aplicarlo. Vamos a tener que trabajar este aspecto porque no es fácil cambiar esa estrategia de introducción de los fármacos que tenían los facultativos muy bien aprendida.  Puede haber una cierta resistencia porque implica salir de la zona de confort de cada uno y  va a ser sin duda uno de los retos para poder aplicar estas recomendaciones de las guías”, manifiesta.

Aplicación de las guías, no siempre fácil

En algunos estudios se ha visto que, a pesar de las buenas intenciones, las guías no siempre se aplican en su totalidad en la práctica clínica. Por ello hemos preguntado al Dr. Ferreiro cuáles son, bajo su criterio, las principales dificultades que tiene el clínico para cumplir con las guías de práctica clínica. 

“Para empezar, es necesario conocer bien una guía para poder interpretar la evidencia y aplicar las recomendaciones de dicha guía posteriormente. Esto está relacionado con el tema de la formación de los profesionales porque hay que considerar además que en un mismo proceso asistencial puede haber diferentes profesionales involucrados. Por ejemplo, en insuficiencia cardiaca puede haber cardiólogos, internistas, geriatras o médicos de atención primaria involucrados y el grado de conocimiento de las guías de cardiología puede no ser el mismo en todas las especialidades, por lo que es fundamental conseguir que esa información se difunda lo más rápido posible entre los profesionales involucrados en los cuidados de estos pacientes”.

Sobre el seguimiento de las guías, el Dr. Ferreiro apunta que hay que tener en cuenta dos cuestiones: las diferencias de infraestructuras y logística de la asistencia sanitaria o del sistema de salud entre países hace que algunas recomendaciones sean más fáciles o difíciles de aplicar en cada país, un aspecto muy difícil de medir. Por otro lado, “algunas recomendaciones de las guías tienen cierta controversia y un nivel de evidencia relativamente bajo con lo que se hace esa recomendación por consenso de expertos; pero si no tiene mucha evidencia, es posible que haya un seguimiento diferente en cada país de esa recomendación en concreto en función de si se adapta mejor o peor a las circunstancias de la práctica clínica habitual de dicho país”.
 
Pero además para la implementación de las guías de práctica clínica es necesario romper otras barreras dado que “en ocasiones la utilización de nuevos fármacos o dispositivos está restringida y este es un aspecto en el que también se requiere trabajar desde las sociedades científicas en colaboración con la Administración para que se vea no solo el gasto inmediato de estos avances sino su coste-efectividad a medio y largo plazo”, añade.
 
Respecto al grado de aplicación de las guías por países, el Dr. Ferreiro advierte que es difícil de medir, incluso “se han hecho encuestas para conocer estos datos desde la misma Sociedad Europea de Cardiología, pero la validez de estos es un poco relativa.  Es posible que la aplicación de las guías de práctica clínica en nuestro país fuera antiguamente un poco por debajo respecto a otros países, pero hoy en día probablemente no es así. El seguimiento a nivel de cardiología es importante en nuestro país, destacando que hay cada vez más profesionales españoles participando en la elaboración de las guías, y no creo que haya diferencias muy significativas con respecto a otro país europeo puntero en este contexto”, concluye el especialista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario