viernes, 12 de noviembre de 2021

Docencia Rafalafena. Estudio del deterioro cognitivo, más allá del Mini-Mental.

 Las quejas de pérdida de memoria son motivo frecuente de consulta en atención primaria y su correcta evaluación y diagnóstico diferencial suponen un reto para el médico de familia. Esta semana me propongo como objetivo que sepamos cómo abordar este motivo de consulta y que conozcamos un poco mejor algunas de distintas herramientas de las que disponemos para realizar mejor el diagnóstico y consensuar con el paciente y su familia un plan de actuación adecuado.

  • Demencia: síndrome que se caracteriza por  un deterioro (generalmente progresivo y crónico) de una o más funciones cognitivas (aprendizaje y memoria, lenguaje, función ejecutiva, atención, psicomotriz, socialización). Estos déficits deben representar un deterioro respecto a niveles previos de funcionalidad y han de ser suficientemente graves como para interferir en las actividades diarias del paciente.
  • Deterioro cognitivo leve (DCL): se caracteriza por afectación adquirida y prolongada de algún área cognitiva objetivada por un test y refrendada por un informador, pero sin interferir, o hacerlo mínimamente, en sus actividades diarias y, por tanto, sin criterio de demencia.
  • Quejas subjetivas de memoria: referidas por el paciente pero que no se objetivan en la entrevista ni tampoco en los test funcionales. Podrían relacionarse con alteraciones del estado de ánimo. Se recomienda vigilarlas y tratar alteración de base si la hay.

Abordaje

  1. Entrevista clínica:
    •  Investigar déficits cognitivos, tiempo de evolución y forma de instauración.
    • Grado de repercusión en vida diaria.
    • Antecedentes médicos, consumo de tóxicos, tratamiento habitual, historia de TCE…
    • Confrontar información dada por el paciente con algún familiar (nos informará sobre cambios de comportamiento, corroborará grado de disfuncionalidad…).
  2. Test cognitivos:
    • Objetivan el grado de deterioro cognitivo, algunos identifican el tipo de área más afectada.
    • No se recomiendan como screenig de demencia/deterioro cognitivo en adultos sanos asintomáticos.
    • La mayoría están influidos por el nivel educativo y habilidades personales de cada paciente, por lo que habrá que tenerlo en cuenta para interpretar resultados.
    • Ningún test ha demostrado ser superior a otro (aunque cada uno tiene particularidades que hace que pueda ser más adecuado para un tipo concreto de pacientes).
    • El Test del informador puede ser más sensible en primeras etapas de deterioro cognitivo que las pruebas funcionales realizadas al paciente. Aporta datos sobre el grado de funcionalidad.
  3. Pruebas complementarias:
    • Analítica: descartar déficit/alteración metabólica
      • Bioquímica básica y hemograma. Importante la función tiroidea.
      • Serología si sospecha de LUES o VIH.
      • Niveles de fármacos.
    • Pruebas de imagen: TC cerebral o RMN para descartar enfermedad cerebrovascular concomitante que influirá en el manejo posterior del paciente o si sospecha de causa operable o potencialmente reversible.
  4. Diagnóstico etiológico y evolutivo:
    • Importancia del diagnóstico diferencial con depresión en pacientes ancianos.
    • Distinguir entre demencias primarias y secundarias.
    • Fase de la demencia o deterioro cognitivo en la que se encuentra actualmente el paciente.
  5. Establecer plan de seguimiento

Test cognitivos breves

A continuación  he elaborado una tabla resumen con algunos de los test cognitivos que podemos utilizar en atención primaria.

Tanto las pruebas mencionadas como otros test y escalas de interés para la valoración de deterioro cognitivo y demencia están disponibles en https://www.hipocampo.org/escalas.asp



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