miércoles, 30 de octubre de 2013

¿La prescripción de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) aumenta el riesgo de episodios cardiovasculares y muerte en pacientes que han sufrido un ictus isquémico?

Mortensen JK, Larsson H, Johnsen SP, Andersen G. Post stroke use of selective serotonin reuptake inhibitors and clinical outcome among patients with ischemic stroke. Stroke. 2013;44:420-6.

Objetivo. Valorar los resultados clínicos asociados con la prescripción y la toma de ISRS tras el padecimiento de un ictus isquémico.
Método. Estudio longitudinal de seguimiento de los pacientes diagnosticados de ictus isquémico, entre 2003 y 2009, en las bases nacionales de registros médicos daneses. Se identificaron un total de 5.833 pacientes, procediéndose posteriormente a un emparejamiento de cada uno de estos con otro paciente que sirviese como un adecuado control sin toma de ISRS. Mediante hazard ratios (HR), se analizaron los riesgos de infarto de miocardio, ictus recurrente, hemorragias mayores y muerte asociados con la toma de ISRS.
Resultados principales. La media de edad de los pacientes fue de 71,5 años. El 51,7% de ellos eran hombres, el 53,4% hipertensos, el 20,5% fumadores y el 16,9% tenían fibrilación ventricular. Durante el período de seguimiento (media de 1.159 días) el 2,9% de los pacientes con ictus isquémico y toma posterior de ISRS presentaron un infarto de miocardio, el 8,1% un nuevo episodio de ictus, el 20,2% una hemorragia grave, el 1,4% una hemorragia intracraneal y el 34,4% murieron. Comparados con los controles, estos porcentajes significan que la toma de ISRS se asoció con unas HR ajustadas de 0,77 (IC 95%: 0,62-0,96) para la aparición de nuevo ictus isquémico o infarto agudo de miocardio y de 1,33 (IC 95%: 1,14-1,55) para la aparición de hemorragias graves. La toma de ISRS también se asoció con un incremento del riesgo de muerte (HR: 1,13; IC 95%: 1,00-1,28) y un aumento no significativo de hemorragia intracraneal (HR: 1,14; IC 95%: 0,62-2,12) y de muerte por hemorragia intracraneal (HR: 1,89; IC 95%: 0,97-3,66).
Conclusiones. La toma de ISRS tras el sufrimiento de un ictus cerebral isquémico se asocia con un menor riesgo
de aparición de un nuevo ictus isquémico y de infarto de miocardio, pero con un mayor riesgo de hemorragias graves y de muerte.

Comentario
Tras un ictus, la depresión es muy común, estimándose que afecta al 40% de los pacientes durante el año posterior al ictus1. Los ISRS, que comenzaron a utilizarse en la década de 1990, son los antidepresivos más utilizados para tratar la depresión postictus, pero desde hace años se conoce que el consumo de ISRS está relacionado con un mayor riesgo de hemorragias en diferentes órganos2,3.

Este estudio sugiere que en pacientes con ictus cerebral isquémico la toma de ISRS se asocia con un menor riesgo de episodios isquémicos (infarto de miocardio y nuevos ictus isquémicos cerebrales) y con un mayor peligro de hemorragias mayores, lo que conlleva un riesgo de aumento de muerte que, clínicamente, resulta relevante (aunque el intervalo inferior del límite de confianza incluye el 1; HR: 1,13; IC 95%: 1,00-1,28). Estos datos, por tanto, animan a la prudencia en el uso razonable y juicioso de los ISRS, que no son fármacos inocuos, dado que presentan potenciales riesgos que pueden superar sus beneficios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario