Comptagotes (18/03/2015)
Joan Antoni Vallès
La comercialización de la sitagliptina en 2006 aportó un nuevo
mecanismo de acción -la inhibición de la enzima dipeptil-petidasa-4
(DPP4) - en el tratamiento de la diabetes. Posteriormente, han surgido
otros como la vildagliptina (Vilda), saxagliptina (Saxa) linagliptina
(lina). Para poder recomendarlos, estos fármacos deberían responder a
las necesidades de control glucémico, disminuir las complicaciones micro
y macrovasculares, tener un buen perfil de seguridad, ser una buena
opción en poblaciones especiales y facilitar la adherencia del
tratamiento.
Las indicaciones de todas las gliptinas son muy parecidos:
monoterapia, biterapia (junto con metformina, sulfonilureas,
pioglitazona o insulina) y en terapia triple.
En la farmacocinética, hay diferencias de biodisponibilidad absoluta
entre lina (30%), Saxa (75%), Vilda (85%) y sita (87%). Los tiempos
hasta la máxima concentración plasmática son similares (entre 1 y 4
horas). La vida media plasmática terminal también presenta diferencias:
desde la Vilda (2-3 horas pero con una lenta disociación de la enzima)
en la Saxa (6 horas contando la del metabolito principal), sita (10-12
h) y lina (12 h).
El efecto inhibitorio competitivo en la actividad plasmática de la
DPP4 a las 24 horas es diferente entre Vilda (35%), Saxa (69%) y sita o
lina (> 80%), lo que se relaciona con mantener el efecto terapéutico
en caso de olvido de dosis o mal cumplimiento.
En cuanto a la selectividad hacia los DPP4 en comparación a la
actividad en DPP-8 o DPP-9 (la estimulación de estos dos podría
asociarse a efectos sobre células de la sangre, sobre la inmunidad,
presencia de gammapatías , etc.), la Vilda es entre 32 y 250 veces más
selectiva para DPP4 que para DPP8 / DPP, Saxa entre 75 y 400 veces, sita
unas 2,600 veces y lina> 10.000 veces.
En cuanto a las vías de metabolización y excreción,
1. Vilda elimina por hidrólisis hepática (69%) y renal o intestinal
en menor proporción. No requiere ajuste de dosis en la insuficiencia
renal leve o moderada pero, en cambio, no se recomienda su uso en
insuficiencia renal aguda o hemodiálisis (ya que aumenta la
concentración de su metabolito).
2. Saxa es la única gliptina que se metaboliza por el citocromo P450
hepático y genera un metabolito activo que consigue una vida media de
3,1 horas. Por eso no se puede prescribir en insuficiencia hepática
grave. En parte (24% -36%), la Saxa y su metabolito se excretan
inalterados por orina.
3. Sita: casi el 80% de la dosis se excreta por la orina sin cambios.
En pacientes con un filtrado glomerular entre 30 y 50 ml / min se puede
recomendar una dosis segura de 50 mg / día (y de 25 mg / día si el
filtrado es inferior a 30 ml / min).
4. Lina: sólo el 7% de la dosis se excreta por riñón. Es una gliptina segura en pacientes con insuficiencia renal.
En resumen, sitagliptina y linagliptina tienen unas características
farmacocinéticas interesantes: mayor biodisponibilidad absoluta, vida
media plasmática terminal, efecto inhibitorio competitivo sobre la
actividad plasmática de la DPP4 a las 24 horas, selectividad hacia los
DPP4 en comparación a la actividad en DPP8 o DPP9.
Reducción de la HbA1c. Los mayores niveles de hormonas incretinas, el
aumento de la captación tisular de glucosa y de la secreción de la
insulina postprandial y la reducción de la secreción de glucagón del
páncreas se asocia a una reducción de la HbA1c de entre 0, 3-0,5% en
pacientes caucasianos (0,6-0,8% en el conjunto de pacientes incluidos en
los ensayos clínicos).
Seguridad. Las incidencias de efectos adversos suelen estar en torno
al 10%. Las tasas de abandono por efectos adversos asociados a las
gliptinas oscilan entre 2 y 5%, sin claras diferencias entre ellas.
Hay efectos adversos que se han descrito para todas las gliptinas:
dolor de cabeza, infecciones (nasofaringitis, gripe, bronquitis,
sinusitis, urinarias y dentales), locomotores (artralgia, osteoartritis,
dolor de espalda), cutáneos (edema, angioedema, erupciones, dermatitis
de contacto, hipersensibilidad, anafilaxia, urticaria) y digestivos
(pancreatitis, diarrea, estreñimiento, dolor abdominal, dispepsia).
Hay efectos adversos específicos de la Vilda: hepatitis y otras
disfunciones hepáticas (con elevación de las enzimas hepáticas). Por
ello, la Vilda debe iniciarse con 50 mg / día y requiere determinar las
concentraciones enzimáticas en todos los pacientes cada tres meses el
primer año y periódicamente después; hay que suspenderla en caso de
hepatitis o ictericia. Otros efectos específicos de la Vilda son
alteraciones del sistema nervioso y trastornos de la conducción
cardiaca. No se recomienda su uso en pacientes con ICC NYHA III-IV. En
relación a la Saxa, hay una nota informativa dirigida a los
profesionales (2012) sobre los riesgos de pancreatitis y de reacciones
de hipersensibilidad grave asociadas a la saxagliptina.
No hay diferencias significativas en el riesgo cardiovascular entre
Saxa o lina frente a placebo. Sin embargo, el estudio SAVOR-TIMI
concluyó que saxagliptina se asoció con un aumento del riesgo de
hospitalización por insuficiencia cardiaca, más elevado entre los
pacientes con niveles elevados de péptidos natriuréticos, insuficiencia
cardíaca previa o enfermedad renal crónica.
La seguridad a largo plazo de todas las gliptinas es desconocida,
especialmente en cuanto a posibles trastornos del sistema inmunitario.
Repercusiones en la práctica clínica
Las gliptinas, pese a no haber sido comparadas entre ellas, muestran
bastante parecidos en cuanto a eficacia y algunas diferencias en cuanto a
seguridad. Su eficacia es muy modesta en variables intermedias como la
reducción de la HbA1c y no han demostrado beneficios en cuanto a las
complicaciones micro o macrovasculares de la diabetes. Se han asociado a
efectos adversos como procesos infecciosos, trastornos articulares,
cutáneos y digestivos, algunos de los cuales graves. Quizás por todo
ello, su uso es prácticamente nulo en algunos países europeos (Holanda,
por ejemplo).
El uso en terapéutica de las gliptinas debería ser residual,
reservado a los pacientes que necesitan triple terapia oral, recordando
que cuando hay que añadir un tercer fármaco la primera opción a valorar
debería ser la insulina.
Sitagliptina es la que se ha asociado a menos problemas de seguridad,
dispone de una mayor experiencia de uso e incluso se puede usar -Ajuste
las dosis- en pacientes con insuficiencia renal.
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